"Queremos que os quedéis", esta es la frase que han repetido en numerosas ocasiones los ministros del Gobierno británico a los ciudadanos de la Unión Europea (UE) que residen en el país. Aunque el número de europeos que se trasladan al Reino Unido ha ido a la baja desde el referéndum del Brexit en 2016, Juan García y Álex Martínez decidieron ese mismo año irse a Cambridge para aprender inglés y encontrar trabajo y no han vuelto. "Las oportunidades laborales eran muchísimas más que las que encontraba en España", explica Juan. En 2019, los ciudadanos de la UE eran alrededor de 3,7 millones, el 5,5% de los habitantes en el Reino Unido, según la Oficina de Estadísticas Nacional del país, la mayoría de ellos residentes en Inglaterra.

Fue en 2019 cuando el Gobierno lanzó el estatuto de asentamiento o settlement scheme por el cual los ciudadanos de Suiza, el Espacio Económico Europeo y la Unión Europa que residan en el país desde antes del 2021 podían mantener todos sus derechos tal y como estaban antes de que el Brexit se oficializara, sin tener en cuenta la existencia o no de un Acuerdo de Retirada con la UE. Este plan sigue vigente hoy y el plazo para conseguirlo finaliza el 30 de junio de 2021. Quien no lo haya obtenido entonces, perderá los derechos de los que hasta ahora ha gozado.

El procedimiento es gratuito

“No sabemos lo que significa realmente”, insiste María Herrera, que lleva 32 años viviendo en Liverpool. Pedir este estatus es gratuito, pero en un primer momento el Gobierno exigía el pago de unas tasas para conseguirlo. “Estuvo bastante desorganizado desde el principio”, nos cuenta María Querol. Sin embargo, todos afirman que la inmensa mayoría de sus conocidos se han inscrito ya, aunque solo fuese por miedo.

Por ahora, más de cinco millones de personas han solicitado ser registrados bien como "asentados", título reservado para quienes lleven más de cinco años (settled), o como "preasentados" para los que llegasen después (presettled). "Se trata del mayor plan de este tipo en la historia del Reino Unido y significa que los ciudadanos europeos y sus familias podrán seguir llamando al Reino Unido su hogar", indicó la ministra de Interior, Priti Patel. De esos cinco millones, 250.000 son españoles que lo habían pedido antes del 30 de septiembre, la mayoría, algo más del 50%, obtuvieron la condición de presettled.

Los nacionales de los países miembros de la Unión que hayan llegado al país a partir del 1 de enero de este año tendrán que seguir un procedimiento distinto y pagar un visado obligatorio para poder permanecer de forma legal en el Reino Unido. Se ha establecido un nuevo sistema de puntos en función de si se tiene una oferta de trabajo, la cualificación laboral o el nivel de inglés.

Las dificultades del settlement scheme

Conseguir esta acreditación no es complicado, se realiza mediante la página web del Ministerio de Interior o a través de una aplicación en el móvil, en ellas hay que subir todos los documentos requeridos. Es la administración la que decide qué categoría asignar y en el plazo dos semanas se recibe una carta en la que se detalla la categoría asignada, aunque los plazos se han alargado desde el principio por la gran cantidad de solicitudes recibidas.

La situación provocada por la pandemia de covid ha hecho que las gestiones derivadas del Brexit pasen a un segundo plano. El pasado abril, el Ministerio de Interior británico ya informaba de que este proceso se retrasaría, pero con los confinamientos que siguen vigentes en el país y el aumento de las solicitudes ante la cercanía de la fecha límite, estos retrasos se están acrecentando.

Una de las principales quejas, sin embargo, es la forma de demostrar que se tiene el documento, ya que no existe una acreditación física que lo demuestre. Álex dice que aunque ha entrado y salido del país varias veces desde que lo tiene, nunca ha necesitado mostrarlo. Por su parte, María Querol explica que se trata de un procedimiento digital relativamente sencillo en el que se inserta el motivo por el que se necesita y en la misma página se pueden descargar los documentos para, por ejemplo, presentar en el trabajo o alquilar un piso. Desde las asociaciones de europeos se pide que den carnets, como se está haciendo en la UE con los ciudadanos británicos, para que la identificación sea más sencilla.

La doble nacionalidad

En unos meses Juan hará cinco años que reside en el Reino Unido y solicitará la condición de settled. Además, pedirá también la nacionalidad británica. No es el único que se lo plantea, ya que tener la nacionalidad es un requisito que se requiere para muchas de las ayudas que da el Estado y que cada vez más gente necesita por la complicada situación de la pandemia. Por el contrario, María declara que ella ni siquiera quiso cambiarse el apellido cuando se casó. “Quiero seguir viviendo bajo el abanico de culturas que nos da la Unión, la unidad en la diversidad”, termina.