Gran ofensiva de las fuerzas de seguridad en Bagdad. Decenas de miles de soldados y policías iraquís, apoyados por unidades del Ejército de EEUU, se desplegaron ayer por la capital de Irak en una vasta operación destinada a limpiar la ciudad de grupos armados. "Solo atacaremos las zonas con fuerte presencia de terroristas", dijo ayer el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki. La operación se puso en marcha al día siguiente de la visita sorpresa del presidente de EEUU, George Bush, y de que el nuevo jefe de Al Qaeda en Irak prometiera vengar la muerte de su antecesor, Abú Musab al Zarqaui.

Maliki, que asumió la jefatura del Gobierno en mayo con la promesa de dar prioridad a la lucha contra la insurgencia, no reveló el número de unidades que se unieron a las fuerzas encargadas habitualmente de la seguridad en la capital. El presidente Bush, sin embargo, ya de regreso a Washington, dijo que la operación ha movilizado a "26.000 militares y 23.000 policías iraquís, apoyados por 7.200 militares de la coalición multinacional". "Bagdad es una ciudad de más de seis millones y medio de habitantes y debemos reconocer que estas operaciones necesitan tiempo para ser eficaces", advirtió.

BLINDADOS EN LOS ACCESOS La capital amaneció ayer con más controles de lo habitual, algunos reforzados con la presencia de blindados. La operación, bautizada Avanzamos Hacia Adelante, prevé un incremento de la inspección de vehículos y el registro de viviendas donde pueda haber terroristas o rebeldes. Mañana, día de la plegaria en las mezquitas, se prohibirá la circulación de vehículos en Bagdad de 11 de la mañana a 3 de la tarde para evitar atentados con coches bomba, y se ampliará el toque de queda nocturno. También se incautarán las armas que no tengan salvoconducto.

En mayo del 2005, el Gobierno iraquí también reforzó la seguridad en la capital con 40.000 hombres más, pero sirvió de poco, pues la violencia continuó.

Ayer, un coche bomba accionado a distancia estalló al paso de una patrulla policial en el barrio de Hai al Qahera. La explosión mató a cuatro civiles e hirió a otros seis. En el barrio de Adhamiya, de mayoría suní y uno de los más conflictivos, hombres armados se enfrentaron a tiros con una unidad del Ejército.

Mientras, Italia anunció una drástica reducción de su contingente en Irak antes de final de mes. Los 2.600 militares desplegados actualmente se quedarán en 1.600 con el regreso a Italia de la brigada Sassari y la llegada al país árabe de la brigada Garibaldi, integrada por un número menor de soldados.