La casi totalidad del nordeste de Australia está afectada por las peores inundaciones en décadas que han dejado varios pueblos anegados por la riadas y han obligado a evacuar a más de mil personas de una docena de poblaciones. La situación empeorará en las próximas horas por la cantidad de agua sin drenar aún en el interior, según ha advertido la Oficina de Meteorología, que prevé que en las próximas horas el agua inunde centenares de hogares y por ello ha recomendado a los habitantes de la región que eviten las zonas bajas.

Nueve helicópteros Black Hawk del Ejército que evacuaron ayer a los 300 habitantes de Theodore, a unos 500 kilómetros al noroeste de Brisbane, continuan hoy el trabajo en Emerald, en el interior, y en Bundaberg, en la costa del estado de Queensland. Algunas comunidades han sufrido las peores inundaciones en 50 años, y Chinchilla y Dalby, que ayer fueron declaradas como zonas catastróficas, tienen únicamente agua potable para los próximos dos días. El agua mantiene cortadas más de 300 carreteras y tramos de hasta siete autopistas en la zona.

"SIN PRECEDENTES"

La primera ministro, Julia Gillard, ha anunciado que el Gobierno destinará un millón de dólares en ayudas a los afectados por unas "inundaciones sin precedentes" y ha hecho un llamamiento público para recaudar más fondos. "Algunas comunidades no habían visto inundaciones como estas en décadas y, en otras, no se habían alcanzado nunca estos niveles desde que tenemos registros", ha subrayado Gillard, que ha advertido de que "en algunos sitios el agua todavía no ha llegado al nivel máximo. Para eso aun quedan algunos días".

En cuanto a los costes económicos, las autoridades calculan que superarán los 769 millones de euros y el daño a las infraestructuras superará los 461 millones de euros. Además se perderán cultivos valorados en otros 307 millones de euros, según las previsiones oficiales.

Los meteorólogos creen que en los próximos días continuarán los aguaceros pero de forma más moderada, aunque muchas zonas seguirán inundadas durante al menos dos semanas.