Tras la decisión de Libia de firmar el protocolo del Tratado de No Proliferación, los países árabes apuntan hacia Israel. El jefe de la diplomacia saudí, Saud al Faisal, pidió ayer a la comunidad internacional que presione a ese país para que renuncie a su programa nuclear y acepte que entre una misión de inspectores internacionales.
