La normalidad regresa poco a poco a Haití, debido a que ha mejorado la seguridad y la entrega de la ayuda humanitaria, una semana después del seísmo que devastó este empobrecido país, según informaron ayer fuentes de la ONU.

"La situación global de seguridad está mejorando, la ayuda humanitaria está aumentando y la coordinación de esta ayuda con el gobierno también está mejorando", dijo el guatemalteco Edmond Mulet, jefe interino de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah).

Mulet declaró que, tras el terremoto del pasado día 12, es como si el país caribeño "hubiera retrocedido cien años atrás", pero negó que sea presa de la inseguridad "como algunos medios han estado difundiendo de forma irresponsable".

"No hay pillajes generalizados ni bandas que atacan ni controlan la ciudad", manifestó el jefe interino de la Minustah, en referencia a las numerosas imágenes publicadas sobre episodios de saqueos, que en realidad se han concentrado en barrios muy concretos de Puerto Príncipe.

Según Mulet, los 3.500 militares y 2.000 policías de la misión de la ONU que patrullan la capital son suficientes para mantener el orden, y de hecho las tropas estadounidenses que ya se han desplegado servirán para prestar ayuda a los puntos de distribución de alimentos, no para patrullaje.

ESCOLTAS DE LOS REPARTOS El general brasileño Floriano Peixoto, jefe del contingente militar de la Minustah, aclaró ayer que las tropas de EEUU y Canadá no patrullarán las calles ni se ocuparán de la seguridad, sino solo de escoltar las operaciones de distribución de alimentos.

A las actuales fuerzas de la misión de la ONU, el Consejo de Seguridad decidió ayer sumar 3.500 agentes más durante seis meses, de los que 2.000 son soldados y el resto, policías.

En cuanto a la distribución de comida, la Coordinadora Humanitaria Kim Bolduc informó de que el Programa Mundial de Alimentos ha conseguido dar raciones a 200.000 personas esta primera semana tras el seísmo, pero aclaró que no son diarias, sino mediante rotación, para llegar a los distintos barrios, y confió en llegar a un millón de beneficiarios en 15 días.

Bolduc se mostró contraria a la idea de lanzar comida desde el aire, como han hecho ya helicópteros estadounidenses, al afirmar que "necesitamos una distribución ordenada y respetuosa de la comida".

Sin embargo, Estados Unidos anunció ayer en Washington que lanzará más suministros desde el aire para aliviar la presión sobre el aeropuerto de Puerto Príncipe, donde buena parte de la asistencia humanitaria se acumula sin ser repartida.

Son muchos los haitianos que se quejan de haber recibido una sola ración de comida --a veces un puñado de galletas energéticas-- en la semana transcurrida desde el terremoto, y que tienen que alimentarse gracias a la caridad de sus vecinos.

El Gobierno haitiano ha dicho que tiene ahora suficiente comida y que el problema es el almacenamiento y la distribución, por lo que el Programa Mundial de Alimentos piensa construir una base logística en la República Dominicana para hacer desde allí sus envíos.

Asimismo, Bolduc habló de la necesidad de encontrar lugares donde reubicar al millón y medio de personas que se encuentran en las calles, un lugar que debe estar al abrigo de los huracanes que pueden comenzar en cinco meses.

La ciudad de Puerto Príncipe está llena de campamentos improvisados con palos y trozos de tela o lona donde se hacinan familias enteras sin ninguna medida de higiene, que han colgado en las calles pancartas con mensajes en los que piden "agua, comida y medicinas".

El representante de la ONU dijo que hay signos de una tímida actividad económica --aunque es difícil ver un solo comercio abierto-- y afirmó que, entre el jueves y el viernes, abrirán los bancos con protección de la Minustah hasta que en un plazo razonable puedan contar con su propia seguridad.

Asimismo, señaló que la misión ha contratado a haitianos en tareas de limpieza y reconstrucción para mejorar el aspecto de las calles y contribuir al mismo tiempo a retomar la actividad económica. También recordó que el corredor humanitario entre la ciudad dominicana de Barahona (cercana a la frontera) y Puerto Príncipe ya está funcionando de hecho, aunque "no está totalmente estructurado".

BASE ESTADOUNIDENSE Mientras, el Gobierno de Bolivia criticó ayer el despliegue de las Fuerzas Armadas de EEUU en Haití tras el terremoto que ha asolado el país caribeño y expresó su temor de que ese país se convierta en otra "base militar" norteamericana. Así, el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, expresó estas críticas a EEUU. en una conferencia de prensa en La Paz.