El tribunal especial iraquí juzga a Sadam y a siete de sus colaboradores cercanos por su responsabilidad en la masacre de 148 shiís en el poblado de Dujail, al norte de Bagdad. Se supone que el dictador iraquí vengó así el intento de asesinato que sufrió en esa localidad en 1982. Los ocho acusados pueden ser condenados a muerte por ahorcamiento. Tras el proceso por el caso Dujail, está previsto que el tribunal abra nuevos juicios por casos como la represión contra los shiís en 1991 o la invasión de Kuwait.