Las autoridades de Mauricio se hallan inmersas en una carrera urgente para vaciar cuanto antes de combustible el barco varado frente a la isla de Mauricio antes de que se parta en dos, lo que provocaría un gran desastre ecológico.

Helicópteros y buques cisterna se han desplegado en la costa este del país insular para sacar el combustible que queda en el granelero MV Wakashio, de propiedad japonesa y bandera de Panamá, que permanece encallado en una barrera de coral en la zona de Pointe d'Esny desde el pasado 25 de julio.

En el momento del accidente, el MV Wakashio, que viajaba desde China a Brasil, no transportaba carga, pero se estima que aún llevaba más de 200 toneladas de diésel y 3.800 de fueloil para consumo propio. La tripulación, integrada por una veintena de personas, fue evacuada.

Este vertido está considerado ya una de las peores crisis de la historia de la isla, famosa por sus aguas cristalinas, albuferas y playas paradisiacas. La zona afectada es una región de arrecifes de coral, que llevaban unos quince años rehabilitándose, y también de gran diversidad marina y terrestre, con importantes reservas naturales a pocos kilómetros.