El presidente argentino Mauricio Macri despidió los restos de su padre en el cementerio Jardín de Paz, de la localidad bonaerense de Pilar, donde tuvo lugar el funeral del empresario, que falleció la víspera a los 88 años.

El funeral se realizó en medio de un fuerte operativo de seguridad, que incluyó el bloqueo de todos los accesos al cementerio, y la presencia de efectivos de la policía de Buenos Aires, de Gendarmería Nacional y del cuerpo de seguridad presidencial. Macri, acompañado de su familia, “llegó hacia las 17:00 horas (hora local y se retiró del lugar casi una hora después”, dijo la agencia noticiosa argentina Télam.

Macri se trasladó en avión desde San Martín de los Andes, en la provincia de Neuquén, donde se encontraba con su esposa Juliana Awada y la hija de ambos, Antonia, para pasar el fin de semana de carnaval, hasta la ciudad de Buenos Aires y de ahí a Pilar. Su estadía en la ciudad patagónica se vio interrumpida por la noticia del fallecimiento de su padre Franco, aquejado por una enfermedad durante el último año.

AGRADECE EL APOYO RECIBIDO

Tras su llegada al Aeroparque Jorge Newbery, Macri abordó un helicóptero que lo llevó a la Quinta presidencial de Olivos, desde donde viajó por vía terrestre hasta Pilar, para participar junto a su familia en el funeral de su padre, para el cual no hubo velatorio pero sí un breve responso, indicó la información.

A través de un mensaje de Twitter, el mandatario agradeció "el cariño y afecto" en este momento y pidió tener "un día de intimidad familiar". "Gracias de corazón por los mensajes, llamados, tuits y comentarios que recibí desde anoche", escribió Macri.

Con respecto a la privacidad que necesita la familia Macri, el mandatario señaló: "Entiendo que en el día de hoy mucha gente quiere acercarse a manifestarme su cariño y apoyo. Pero queremos que sea un día de intimidad familiar", expuso.