El asesor de José Luis Rodríguez Zapatero en la Alianza de Civilizaciones, el diplomático Máximo Cajal, cuestionó ayer la "autoridad moral" de Occidente para frenar las ambiciones nucleares de Irán, incluso si estas tienen fines armamentistas. Cajal criticó el "doble rasero" de presionar a Irán para que abandone sus planes de enriquecimiento de uranio, mientras otras potencias regionales, como Pakistán, la India o Israel, poseen armas nucleares sin que nadie lo censure.

DERECHO IRANI "¿Cómo se le puede negar a Irán el derecho de tener armamento nuclear cuando está rodeado de países que lo tienen?", dijo a este diario el embajador especial. A su juicio, este tipo de actitudes son las que alimentan la "falta de credibilidad" de Occidente en el mundo musulmán. Cajal recalcó que sus palabras constituyen una "reflexión moral" y no implican que defienda "ni el armamentismo iraní ni ningún otro".

El representante especial de Zapatero expuso los mismos argumentos en una entrevista a RNE, en la que admitió que su postura "quizá no guste desde le punto de vista de la geopolítica occidental". Esas declaraciones se producen en un momento crucial en que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU --EEUU, Rusia, China, Reino Unido y Francia-- más Alemania redoblan su ofensiva para detener el programa iraní de energía nuclear.

Cajal atribuyó el resurgimiento político iraní al "vacío de poder" que ha dejado en toda la zona la guerra de Irak. En todo momento insistió en los "errores de Occidente", pese a que la ONU ha asumido un papel activo en contra del desarrollo nuclear iraní. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha amenazado al régimen de Teherán con sanciones si el 31 de agosto no suspende sus actividades de enriquecimiento de uranio.

El pulso continuaba ayer. A la última propuesta del Consejo de Seguridad, que ofreció a Irán cooperación económica y acceso a la Organización Mundial de Comercio (OMC) a cambio de la renuncia a los planes nucleares, el régimen de los ayatolás respondió que no aparcará el programa, pero ofreció una "discusión seria" sobre el problema.

Las reacciones de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad fueron de cautela. EEUU y Francia dijeron que estudiarán detenidamente la propuesta iraní antes de responderla, si bien el ministro de Asuntos Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, avisó de que "cualquier vuelta a la mesa de negociaciones está ligada a la suspensión de la actividad de enriquecimiento de uranio".

"SOLUCION DIPLOMATICA" China y Rusia insistieron en la búsqueda de una "solución diplomática". El régimen iraní, a través del portavoz de Exteriores, sostuvo que la última propuesta de Teherán contiene "señales muy positivas y claras" y confió en que, si la otra parte le presta atención, se podrá solucionar "cómodamente y sin tensiones" el contencioso.