La primera ministra británica,Theresa May, sobrevivió el martes a la emboscada de los conservadores proeuropeos en un voto crucial en la Cámara de los Comunes sobre el plan del ‘brexit’ sobre futuras relaciones comerciales con la Unión Europea. La enmienda de los rebeldes fue derrotada por un margen de 307 frente a 301 votos. Cuatro laboristas y un independiente decidieron la votación.

En un nuevo episodio de la guerra civil que se libra en el Partido Conservador, los 'tories' europeístas trataron de tomarse la revancha, furiosos con las concesiones hechas por May el día anterior a los partidarios del ‘brexit’ duro. A lo largo la tarde los diputados votaron diferentes enmiendas al proyecto de ley de Comercio. Una de ellas, a cargo del conservador Phillip Lee, para que el Reino Unido continúe participando en la Agencia Europea del Medicamento salió adelante.

Fracasó en cambio la presentada por la actual presidenta del Comité del Tesoro, Nicky Morgan y Stephen Hammond. En ella se pretendía que el proyecto de ley contara con una cláusula preventiva, según la cual si no hay un acuerdo de libre comercio para bienes con Bruselas el 19 de enero del año próximo, el Reino Unido debía formar parte de la unión aduanera, a fin de poder mantener relaciones comerciales sin trabas con la Unión Europea. Pero May se opone a cualquier pertenencia a la unión aduanera.

La tentativa fallida muestra que no hay un número suficiente de 'tories' proeuropeos para evitar la deriva de May y plantar cara a los saboteadores del ala más dura, asociados en el llamado European Research Group, que lidera el parlamentario Jacob Rees-Mogg.