Bajo una lluvia auspiciosa, musulmanes de todo el mundo iniciaron ayer los rituales formales de la peregrinación anual a La Meca y Medina, que este año se celebra en medio de temores sobre un posible contagio masivo de la gripe A. Se calcula que cerca de 2,5 millones de fieles participarán en la peregrinación a los lugares sagrados para los musulmanes, el llamado hach .

Junto a las medidas de seguridad --se han desplegado unos 100.000 agentes--, este año las autoridades saudís han prestado un especial interés a las medidas sanitarias, ante el miedo de un contagio masivo de gripe A. Todos los hospitales y centros médicos están preparados para recibir casos de gripe A. Según un portavoz del Gobierno saudí, cuatro peregrinos han muerto y otros 68 están infectados.