El equipo de médicos del hospital Hadasa ha decidido posponer hasta mañana la decisión de despertar al primer ministro israelí, Ariel Sharon, cuyo estado ha mejorado a pesar de seguir en estado grave.

"Si no se producen alteraciones mañana a primeras horas de la mañana después del debate del equipo de médicos especialistas comenzará el proceso para bajarle la intensidad de la anestesia a fin de examinar la funciones neurológicas del primer ministro", ha dicho el director del hospital, Shlomo Mor-Yosef.

"Esto es lo que de hecho todos esperamos conocer desde el miércoles pasado (cuando fue ingresado el primer ministro), cómo está funcionando el cerebro del jefe del Gobierno y espero poder comunicarles a primeras horas de la tarde el resultado", ha afirmado.

Mejoras

El equipo de médicos del hospital Hadasa considera que se siguen registrando mejoras en el estado de Sharon tras la tomografía llevada a cabo esta mañana.

El director del centro médico ha destacado que la situación es todavía grave aunque sigue estable y se han registrado mejoras.

Un miembro del equipo médico citado por el dirario Jerusalem Post ha dicho esta mañana que está descartada la posibilidad de que vuelva a la actividad política.

Dudas sobre el tratamiento

Médicos destacados citados por el diario israelí Haaretz han expresado dudas sobre el tratamiento que ha recibido Sharon tras el primer infarto que sufrió hace dos semanas.

En particular, argumentan que los diluyentes de sangre que le fueron administrados podrían ser la causa del segundo, y más serio, infarto, que la segunda intervención quirúrgica fue innecesaria y que no deberían haber introducido un catéter en el corazón para reparar el orificio que tiene de nacimiento y por el que podría haber viajado el coágulo que le provocó su primer infarto cerebral. Además, afirman que los médicos deberían haber obligado a Sharon a descansar durante más tiempo.

Otros expertos, sin embargo, han considerado que el tratamiento ha sido razonable y han arremetido contra los críticos.