Al menos 120 talibanes y civiles podrían haber muerto durante un bombardeo de las tropas estadounidenses y afganas contra un grupo de insurgentes en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, según informó hoy a Efe una fuente oficial.

El suceso tuvo lugar este viernes por la noche en el distrito de Gerishk, cuando un grupo de insurgentes se enfrentó a fuerzas conjuntas estadounidenses y afganas, antes de huir a un pueblo cercano, Haidarabad. Los talibanes se escondieron en la población y el Ejército la bombardeó, afirmó a Efe el gobernador del distrito de Gerishk, Dur Alishah.

"Las fuerzas de la Coalición bombardearon el pueblo y mataron entre 120 y 130 personas, entre civiles y hombres armados", aseguró, añadiendo que los funcionarios enviados sobre el terreno informaron de que entre los muertos había mujeres y niños.

Alishah precisó, sin embargo, que los lugareños estaban tan enfadados que no permitieron a los funcionarios comprobar el número exacto de fallecidos y añadió que cinco casas resultaron completamente destruidas.

Una portavoz de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad), la coronel Maria Carl, confirmó la muerte de civiles en el suceso, si bien afirmó que el número de muertos es muy inferior a la cantidad manejada por los funcionarios afganos.

Las muertes de civiles causadas por tropas internacionales son objeto de una fuerte polémica en el país que llevó al presidente, Hamid Karzai, a pronunciar un duro discurso el pasado día 23. "Uno no combate a los terroristas disparando armamento desde una distancia de 37 kilómetros contra un objetivo. Eso, definitivamente, causará víctimas civiles", denunció.

Pocos días antes, un centenar de ONG cuantificó en 230 los civiles muertos este año a manos de las tropas internacionales debido al uso "desproporcionado o indiscriminado" de la fuerza.