Al menos 190 personas han muerto este fin de semana en Siria a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las rebeldes, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo independiente con sede en Londres. Ayer, murieron unas 70 personas, entre ellas 39 civiles y 25 combatientes --dos desertores, cinco rebeldes y 18 soldados--.

El sábado, el número de fallecidos alcanzó los 120, incluidos 54 civiles --entre ellos diez niños-- y 44 combatientes --dos desertores, 16 rebeldes y 26 soldados--.

Uno de los principales focos de violencia ha sido la ciudad de Ras al Ein, ubicada en la provincia de Hasaka, donde al menos 33 personas han fallecido --cinco soldados kurdos y 28 rebeldes-- tras dos días de enfrentamientos.

Además, el Observatorio Sirio de DDHH ha informado de que habría varios civiles muertos en el barrio de Jobar, en Homs, a causa de los bombardeos llevados a cabo por la Fuerza Área y por los combates en sus alrededores.

Desde que comenzó el conflicto sirio, en marzo de 2011, Naciones Unidas calcula que más de 60.000 personas han muerto a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes. El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a ataques terroristas.