Al menos tres combatientes voluntarios (fedayines) procedentes de España lucharon en las filas del Ejército de Sadam Husein durante la guerra de Irak, según ha podido verificar este diario con la documentación hallada entre los cadáveres de los que perecieron en la batalla de Bagdad.

El hospital militar del cuartel de Al Rashid, la instalación militar más grande de Bagdad, es el único vigilado por soldados de EEUU y el único al que la prensa tiene prohibida la entrada. En el jardín del hospital, hay enterrados unos 500 cadáveres de soldados iraquís y de fedayines árabes. Como informó este periódico el 21 de abril, uno de los 258 cuerpos identificados llevaba un carnet de residencia en España a nombre de Aziz el Bakri, nacido el 18 de noviembre de 1976 en Marruecos, número de residente X2863909H y vecino del barrio de la Barceloneta de Barcelona.

EL MISTERIO MEJOR GUARDADO

El hispano Noriega, un rambito maleducado, es un marine que vigila el hospital, uno de los misterios mejor guardados del caótico Bagdad de posguerra. Ni siquiera los trabajadores del centro de asistencia de Al Zafrania que han dado sepultura a los cadáveres han entrado en las instalaciones. Dentro se esconden respuestas cruciales: ¿Cómo llegaron fedayines árabes de Europa a Irak para morir por Sadam Husein? ¿Cómo llegó El Bakri desde Barcelona hasta Bagdad?

En un despacho de Bagdad están los documentos de los árabes identificados que llegaron desde Europa. Los líderes shiís del centro de Al Zafrania los entregaron a agentes estadounidenses. Uno de ellos era el permiso de residencia de El Bakri.

"Sólo en Bagdad han muerto 126 árabes procedentes de Europa", afirman fuentes estadounidenses en Bagdad. EEUU calcula que unos 300 fedayines más están aún en la ciudad, de los que 100 eran europeos . Unos 50 oficiales de los servicios secretos de EEUU, Gran Bretaña, Irak y de otros países árabes tratan de encontrar a estos combatientes por toda la ciudad, excepto en Sadam City, el barrio shií. Allí las propias milicias shiís se encargan del trabajo.

Unos 90 combatientes han sido detenidos y están siendo interrogados en el aeropuerto de Bagdad. Entre ellos, según fuentes estadounidenses, "hay dos personas que probablemente vinieron de España". Dos de los detenidos fueron arrestados en el hotel Palestina, en una operación en la que los marines asaltaron las plantas 9 y 16.

En el aeropuerto, un equipo de 150 traductores analiza la documentación incautada a los detenidos y los papeles que consiguen un equipo que compra en la calle documentos robados durante los saqueos.

Reconstruir el viaje de El Bakri de España a Irak no es fácil. La última llamada a su familia la hizo desde algún lugar de Italia. Según fuentes de los servicios secretos de Italia, El Bakri y otros dos árabes procedentes de España --identificados como Alí Hasan Shaban y Abdul Hamid Hejazi --partieron hacia Damasco desde la mezquita Porta Palazzo de Turín, en un viaje de escudos humanos árabes organizado por el templo entre los que se infiltraron 23 fedayines: tres españoles , cuatro belgas y el resto, italianos .

En el hotel Al Faraya de Amán, centro neurálgico de los escudos humanos en Jordania, no era ningún secreto que autobuses llenos de fedayines entraban en Irak desde Siria. "Tengo muchos compañeros que hartos de esperar visado se han ido a Siria para entrar en los autobuses de los de la yihad, explicaba hace unos días una española.

COLARSE POR EL KURDISTAN

Oficialmente, Siria no dejó entrar a nadie en Irak. Por supuesto, no a través del paso fronterizo oficial, el de Abu Kamal. Los periodistas entraban al Kurdistán iraquí a través de una barcaza por Faysh Kabur. Un poco más al sur, hay un paso fronterizo más franco al que las autoridades sirias no dejaban acercarse a los reporteros: Al Yarubiyah. Y aún más al sur, una carretera une Siria e Irak sin que conste en los mapas un paso fronterizo oficial. Cerca de allí, en Sinjar, Estados Unidos voló un autobús en el que viajaban ciudadanos sirios los primeros días de guerra.

Es posible que El Bakri llegara así a Bagdad. En cualquier caso, parece seguro que estuvo en Al Rashid, en cuyo interior podía verse estos días una bandera libanesa abandonada en una zanja.