Al menos tres personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas en los disturbios desencadenados ayer en El Cairo y la localidad de Al Jusus tras el funeral por cuatro cristianos fallecidos el sábado, informó hoy la televisión oficial.

En la capital egipcia al menos dos personas perdieron la vida y 89 resultaron heridas durante los incidentes en las inmediaciones de la catedral de Abasiya, donde se celebraron las exequias.

Mientras, en la localidad de Al Jusus, al norte de El Cairo, una persona sucumbió hoy a las heridas sufridas el domingo en los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos en las proximidades de la iglesia de Mar Girgis, que también dejaron catorce heridos.

Los choques de ayer tienen su origen en el estallido de violencia hace dos días entre fieles de ambos credos en Al Jusus por motivos aún confusos, ya que mientras que hay quienes sostienen que todo comenzó por una discusión entre un taxista musulmán y una pasajera cristiana, otros dicen que fue por la muerte de un joven musulmán.

Otras fuentes apuntan a que los choques estallaron después de que unos menores dibujaran unos "grafitis" en los muros de un instituto dependiente de Al Azhar, la institución suní más importante del país, lo que acabó en una pelea con armas blancas.

E incluso el número de víctimas del sábado varía según la fuente consultada, ya que hay quienes indican que hubo cinco muertos -un musulmán y cuatro cristianos- y otros que fueron cuatro.

Sea como fuere, ayer domingo, miles de coptos dieron su últimos adiós a cuatro cristianos que perdieron la vida en esos choques, en unas exequias que acabaron en una batalla campal en las cercanías de la catedral de Abasiya y en la reanudación de los enfrentamientos en Al Jusus.

El origen de los disturbios en El Cairo también es incierto. Fuentes policiales y activistas cristianos afirmaron que todo comenzó cuando un grupo de desconocidos lanzó piedras cuando salían los asistentes en la catedral.

Sin embargo, una fuente del Ministerio del Interior dijo que a la salida del templo algunos participantes en los funerales dañaron varios vehículos aparcados en la zona, lo que soliviantó a los vecinos y desencadenó los enfrentamientos.

Esta mañana, una calma precaria reinaba en las inmediaciones de la catedral de Abasiya, escenario de los disturbios que se prolongaron hasta altas horas de la noche, donde ahora hay un gran despliegue policial.

El Frente de Salvación Nacional (FSN), la principal alianza opositora de Egipto, ha culpado a los Hermanos Musulmanes, al presidente Mohamed Mursi y al Ministerio del Interior de los disturbios de ayer.

Por su parte, los Hermanos Musulmanes afirmaron en un comunicado difundido anoche que "existen cerebros que quieren causar un conflicto sectario todos los días para que el país no tenga estabilidad".

La Alta Representante para la UE, Catherine Ashton, que ayer visitó Egipto, expresó su preocupación "extrema" por los incidentes en la catedral.

En una nota, Ashton señaló que se puso en contacto con la Presidencia egipcia a la que "instó rotundamente a la contención y a que las fuerzas de seguridad controlen la situación".