Al menos 30 policías y soldados yemenís han muerto, 15 han resultado heridos y cuatro secuestrados en una cadena de cuatro ataques consecutivos cometidos por islamistas radicales contra posiciones de la policía y el Ejército en diferentes lugares del sur de Yemen.

En el primer ataque, al menos ocho reclutas de la policía han perdido la vida después de que una comisaría fuese atacada por miembros de Al Qaeda en la provincia de Shabua, en el sureste del país.

Los presuntos terroristas atacaron a primera hora la sede principal de la policía en la ciudad de Azan, 570 kilómetros al sureste de Saná, y abrieron fuego contra los agentes con armas automáticas y explosivos.

En un segundo atentado, un suicida detonó un coche bomba contra una base militar en el distrito meridional de Radum, causando la muerte a diez soldados y heridas a más de 15.

Mientras, en dos ataques casi simultáneos, siete militares perdieron la vida en sendos asaltos por miembros de Al Qaeda sobre puestos de control del Ejército en la carretera que une las provincias de Shabua y Hadramut.

Se teme que la cifra de muertos pueda crecer en las próximas horas, debido a la gravedad de algunos heridos y la magnitud de los diferentes ataques.