Al menos seis peregrinos iraníes murieron hoy y veinte resultaron heridos al explotar un coche bomba al paso del autobús en el que viajaban al sur de la ciudad de Tikrit, capital de la provincia central iraquí de Salahedín, informó a Efe una fuente policial.

Este atentado se produce cinco días después de que el estallido de otro coche en la misma zona causara la muerte de ocho peregrinos iraníes que regresaban a su país tras visitar el santuario chií de la ciudad de Samarra, uno de los más venerados por esta rama del islam.

La fuente explicó que la explosión de hoy, ocurrida en la zona de Al Eshaqi, 60 kilómetros al sur de Tikrit, dejó el autobús de los peregrinos totalmente destrozado.

La mayoría de los heridos se encuentran en estado grave, por lo que no se descarta que aumente la cifra final de víctimas mortales.

Este grupo de peregrinos iraníes regresaba también de Samarra, donde se encuentra el mausoleo del imán Ali al Hadi, uno de los cuatro santuarios más importantes para el chiísmo.

En el atentado del lunes pasado, además de los ocho fallecidos, resultaron heridos 19 iraníes y dos iraquíes -el conductor y su ayudante-os.

Después de que el pasado abril se convirtiera en el mes más sangriento en Irak en casi cinco años, con 712 fallecidos, mayo continúa por esa senda, con un alarmante rebrote de los ataques sectarios y contra las fuerzas de seguridad, principalmente.