Al menos 68 personas murieron hoy y otras 158 resultaron heridas en una nueva ola de atentados en distintos puntos de Irak, informaron a Efe fuentes policiales.

El ataque más mortífero tuvo lugar en Baquba, 50 kilómetros al noreste de Bagdad, donde al menos 40 personas fallecieron y otras 55 resultaron heridas por el estallido consecutivo de dos artefactos cerca de la mezquita suní de Saría.

Las explosiones se produjeron en una calle que conduce al templo cuando los fieles se dirigían a él para participar en la oración musulmana del viernes.

Esa misma mezquita fue objetivo hace dos meses de un atentado similar en el que hubo más de veinte víctimas entre muertos y heridos.

Por otro lado, al menos doce personas murieron hoy y otras 32 resultaron heridas por la detonación de un artefacto al paso de una patrulla militar en la zona de Al Ameriya, en el oeste de Bagdad.

A estas víctimas en la capital se suman tres muertos y 28 heridos por dos explosiones en los distritos bagdadíes de Al Gazaliya, en el oeste, y de Al Dura, en el sur.

También en Bagdad, un viandante y un escolta del diputado Ahmad al Mesari, de la alianza opositora Al Iraqiya, sufrieron heridas por la detonación de una carga explosiva cerca de la vivienda del parlamentario, que salió ileso del ataque.

Mientras, en la periferia de la capital, al menos ocho personas perdieron la vida y 32 resultaron heridas en un atentado perpetrado con un artefacto durante el funeral de un responsable local en la población de Al Madaen, a 30 kilómetros al sur de Bagdad.

Además, hubo dos muertos y ocho heridos en Faluya, 50 kilómetros al oeste de la capital, por el estallido de una bomba dentro de una cafetería.

En la provincia septentrional de Kirkuk, un dirigente de un Consejo de Salvación -milicia tribal suní progubernamental- y un menor perecieron por los disparos de un grupo armado contra el vehículo en el que viajaban por el pueblo de Homran.

En esa misma provincia, un empleado del Gobierno local falleció y otra persona resultó herida en otro ataque armado en la ciudad de Kirkuk.

Decenas de personas han muerto en la última semana en varios atentados, la mayoría de ellos contra los chiíes, en distintas partes de Irak.

El país árabe vive un repunte de la violencia desde la retirada de las tropas estadounidenses en diciembre de 2011, con numerosos atentados contra las fuerzas de seguridad y objetivos chiíes.