Al menos 70 personas murieron hoy y más de 50 resultaron heridas en un atentado suicida en un complejo de edificios en el centro de Mogadiscio donde tienen sus oficinas tres ministerios del Gobierno Federal de Transición de Somalia (TFG, en inglés), informaron a Efe fuentes de los servicios de emergencia. "Hemos recogido 65 cadáveres y más de 50 han resultado heridos, pero 5 personas más murieron después de ser trasladadas al hospital", afirmó el director del servicio de ambulancias de Mogadiscio, Ali Muse Mohamud. La mayoría de los muertos son estudiantes que habían acudido a los distintos ministerios a examinarse o a cursos que se imparten en estos edificios, mientras que miembros de la Administración somalí también perdieron la vida o resultaron heridos.

Por su parte, el portavoz de la Policía de Somalia, el coronel Abdulahi Hassan Barise, que llegó al lugar del los hechos poco después del ataque, dijo a Efe que, de momento, han contado 40 muertos, pero que "es probable que aumente la cifra cuando la operación de rescate haya finalizado". La milicia fundamentalista islámica Al Shabab, vinculada a al grupo terrorista Al Qaeda, se responsabilizó del ataque en un comunicado publicado en su página web. "Por deseo de Dios, los muyahidines han planificado y llevado a cabo satisfactoriamente un ataque sagrado sobre los ministerios del Gobierno apóstata", asegura Al Shabab en el texto. "El ataque se ha cobrado cientos de vidas del que se hace llamar Gobierno", sentencia. Hassan Ali Osman, de 36 años, guarda en las oficinas del Departamento de Investigación Criminal (CID) y que resultó herido en el ataque, aseguró que vio como un camión llegaba hasta la entrada del complejo y explotaba.

"Había dos hombres en el camión. Uno de ellos saltó del vehículo y el otro, el conductor, dirigió el camión hasta la puerta y luego explotó", aseguró Osman. Las Fuerzas de Seguridad del Gobierno somalí y la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) han movilizado numerosos efectivos para ayudar a retirar los cadáveres del lugar del suceso y llevar a los heridos al hospital, así como para tratar de normalizar la situación en los alrededores del edificio. Somalia vive una permanente guerra civil y carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país en manos de señores de la guerra tribales, milicias islámicas y bandas de delincuentes armados.