Al menos ocho personas murieron hoy y otras trece resultaron heridas en varios ataques contra el Ejército y la policía en el norte y el oeste de Irak, informaron a Efe fuentes policiales.

Al menos tres agentes fallecieron y otros cuatro resultaron heridos por la explosión de un coche bomba al paso de un convoy policial en el pueblo de Al Riad, en la provincia de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad.

Además, al menos dos miembros de un Consejo de Salvación -milicia tribal suní progubernamental- perdieron la vida por el estallido de una bomba al paso del vehículo en el que se trasladaban en el sur de la localidad de Al Dur, en la provincia de Salahedín, 170 kilómetros al norte de la capital.

Minutos después, otro artefacto explotó en el mismo sitio y causó la muerte de una persona y heridas a otras dos, que se habían acercado al lugar tras el primer estallido.

Cerca de Al Dur, al menos un soldado pereció y otros cuatro resultaron heridos al detonar una carga explosiva, colocada a un lado de la carretera que conecta esta población con Samarra, cuando un vehículo castrense pasaba por delante.

Por otro lado, en Ramadi, 110 kilómetros al oeste de la capital, un policía murió y otros tres resultaron heridos por la explosión de un bomba al paso de su patrulla.

Los últimos meses han sido los más mortíferos en Irak en cinco años. La cifra de muertos el pasado julio rondó las mil personas.

El sábado, más de 50 personas fallecieron y 245 fueron heridas en una cadena de atentados, cuya autoría fue reivindicada por el grupo Estado Islámico de Irak, vinculado a Al Qaeda.