Cuatro mujeres murieron y otras dos resultaron heridas de gravedad en un atentado en la provincia de Siirt, en el sureste de Turquía, que las autoridades locales atribuyen al proscrito Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK). Según declararon hoy fuentes del Gobierno de la provincia de Siirt a la prensa turca, tres rebeldes kurdos atacaron anoche con rifles y granadas a un autobús que transportaba a los invitados a una boda que se celebraba en un salón cercano al colegio de la Policía de Siirt. Las autoridades suponen que hubo una confusión, y que los rebeldes creyeron que el autobús se dirigía al colegio policial.

En el atentado resultaron heridas seis mujeres, y cuatro de ellas fallecieron antes de llegar al hospital. Las otras dos heridas están hospitalizadas en estado crítico. Según las autoridades, el grupo de atacantes logró en un primer momento escapar, pero luego se enfrentaron a las fuerzas de seguridad y uno de ellos murió. La agencia de noticias pro-PKK Firat informó de que se había producido un ataque al colegio policial en el que murieron cuatro personas y otras dos resultaron heridas, y que además murió un miembro del HPG (el ala armada del PKK).

Este ataque se produjo horas después de una fuerte explosión de una bomba en el centro de Ankara, que mató a tres personas e hirió a más de 30, además de causar importantes daños materiales. Hasta el momento se desconocen los autores del atentado. El PKK se alzó en armas en 1984 autoproclamándose representante de los cerca de 12 millones de kurdos que viven en Turquía. Desde entonces, más de 45.000 personas fueron asesinados en una guerra no declarada entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes del PKK, un grupo considerado como organización terrorista no sólo por Ankara, sino también por la Unión Europea y Estados Unidos.