La futura cancillera de Alemania, la cristianodemócrata Angela Merkel (CDU), de 51 años, anticipó ayer un doloroso regalo de Navidad para los alemanes, que deberán sufrir un drástico plan de impuestos y ahorros para impulsar y aplicar las reformas económicas que necesita el país. "Vamos a sanear, reformar e invertir", dijo Merkel al presentar su programa de gobierno ante la prensa, en Berlín.

El programa de Merkel fue elaborado por socialdemócratas y democristianos. Se trata de un documento de 185 páginas que se convertirá en la biblia de la gran coalición si es ratificado por los congresos de los tres partidos de gobierno, previstos para esta semana. Para presentarlo ante los periodistas, Merkel se hizo acompañar por el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) y futuro vicecanciller, Franz Müntefering, el ministro presidente de Baviera, el socialcristiano (CSU) Edmund Stoiber, y el futuro líder de los socialdemócratas, Matthias Platzeck.

"SITUACION DRAMATICA" Merkel dijo que la coalición prefiere "asumir la realidad y no esconderla". Su aliado bávaro, Edmund Stoiber, resaltó que el documento marca las pautas para hacer frente a la situación alemana, "precaria, difícil y dramática".

El nuevo Gobierno se pondrá en marcha con un presupuesto desequilibrado y contrario a la Constitución alemana, que exige que el endeudamiento sea inferior a las inversiones. La idea es cambiarlo en el futuro. "Cuando un enfermo necesita una profunda operación, es necesario prepararlo bien", dijo Merkel.

El primer síntoma de recuperación deberá producirse en el 2007, cuando la coalición espera que Alemania vuelva a cumplir con los criterios del pacto de estabilidad europeo y registre un déficit inferior al 3% del producto interior bruto (PIB).

Para lograrlo, el Gobierno se ha puesto como meta ahorrar 35.000 millones de euros: 15.000 millones mediante la disminución de subvenciones y ventajas fiscales; 10.000 millones gracias a la subida del IVA y del tipo máximo del IRPF, y 10.000 a través de medidas excepcionales como las privatizaciones. La medida más controvertida es la subida del IVA a partir del 2007, del 16 al 19%. La decisión excluye los artículos de primera necesidad, por los que se seguirá pagando el 7%.

Empresarios y sindicatos han criticado ferozmente esta medida. Tanto el socialdemócrata Franz Müntefering como su sucesor a la cabeza del SPD, Matthias Patzeck, admitieron que "no será fácil gobernar", pero garantizaron "lealtad absoluta del SPD con el Gobierno y la coalición". Se teme que las dificultades de una gran coalición deriven en el fortalecimiento de los sectores ultras.

Precisamente ayer un millar de nazis se concentraron en Halbe (sureste de Berlín), convocados por el Partido Nacional Democrático, heredero del partido de Hitler y con representación en el Parlamento de Sajonia.