La nueva cancillera alemana, Angela Merkel, expresó ayer sus prioridades políticas en favor del eje franco-alemán de jugar un papel clave en la Unión Europea y de reforzar los lazos con EEUU con una visita a París y a la sede de las instituciones comunitarias y de la OTAN en Bruselas, justo al día siguiente de asumir el Gobierno de su país.

Tras afirmar junto al presidente francés, Jacques Chirac, su respaldo a la construcción de una "Europa política y social", Merkel acudió a la sede de la OTAN para intentar mejorar las relaciones de Alemania con EEUU, seriamente dañadas por la firme oposición de su predecesor, Gerhard Schröder, a la guerra de Irak. Merkel, no obstante, dejó claro que no habrá cambio en la política alemana respecto a Irak y que Alemania continuará sin participar en la formación de las fuerzas iraquís dentro del país.

Merkel defendió la importancia de la OTAN como fórum de diálogo en seguridad y como alianza política. Declaró que "los lazos entre EEUU y Alemania pueden ser desarrollados aún más" y que su país seguirá siendo miembro "fiable" de la OTAN.

BORRELL Y BARROSO Merkel reservó el resto de su jornada a las instituciones de la UE: primero se entrevistó con el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, y después se reunió con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Hoy tiene previsto reunirse en Londres con el primer ministro británico y presidente semestral de la UE, Tony Blair.

"Mi visita es una señal de que el nuevo Gobierno federal apoya la integración europea. Queremos impulsarla, queremos aportar nuestra contribución para que Europa pueda progresar", dijo. Merkel defendió la vigencia de la Constitución europea y expresó su deseo de verla en vigor. "La pausa de reflexión no es una excusa para dejar la Constitución en el congelador", indicó la cancillera, y dijo que "quizá, cuando Alemania presida la UE", el primer semestre del 2007, "habrá posibilidades de avanzar".