No fue como ella lo imaginaba cuando leía las primeras encuestas al comienzo de la campaña electoral, que la daban como clara ganadora, pero fue, al fin y al cabo. Angela Merkel, de 51 años, divorciada y ciudadana de la antigua RDA, juró ayer como cancillera, convirtiéndose en la primera mujer de Alemania que asume este cargo.

La empresa que tiene entre manos es ardua. La coalición se formó después de dos meses de negociaciones entre su partido, la conservadora Unión Cristianodemócrata de Alemania (CDU); la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), y el Partido Socialdemócrata (SPD). Una gran coalición nacional que no se daba desde 1966 y que tiene como meta reactivar la economía y sacar al país de la crisis que lo azota.

LA ESPERADA VOTACION Sobre las 10.45 horas, el presidente del Bundestag, Norbert Lammert, hacía público el resultado de las votaciones. Finalmente fueron 397 votos a favor, 202 en contra y 12 abstenciones. Se estima que, de los votos en contra, unos 50 pertenecían a miembros de los partidos que forman la coalición. Aunque las principales figuras del SPD, el antiguo y el nuevo presidente del partido, Franz Müntefering y Matthias Platzec, respectivamente; el recién elegido secretario general, Hubertus Heil, y el canciller saliente, Gerhard Schröder, confesaron a la prensa que votarían a favor de Merkel, el anonimato de la votación deja abierta la incógnita sobre de dónde provienen las negativas. Sobre el resto de votos en contra no hay duda.

Cuando el presidente del Parlamento anunció el número de votos negativos, el ala del Bundestag donde se sientan el partido de izquierdas de Oskar Lafontaine y Los Verdes rompió en aplausos, momento que Lammert aprovechó para hacer gala de su buen humor diciendo: "Hasta este momento la votación había sido secreta". También el Partido Liberal (FDP) votó en contra de la nueva cancillera. Los que iban a convertirse en socios del Gobierno conservador habían anunciado hacía semanas que no apoyarían a una Merkel que se había aliado con los socialdemócratas.

Merkel se mostró contenta y conversadora y recibió el resultado de las votaciones con su tradicional modesta sonrisa. El primero en felicitarla fue Schröder. La jornada continuó con un ir y venir. Primero, la visita al palacio de Charlottenburg, donde el presidente, Horst Köhler, hizo oficial el resultado de la votación. A las dos de la tarde, de vuelta al Parlamento, juró el cargo. Merkel optó por el juramento que termina con la frase "con la ayuda de Dios". Este remate es opcional y Schröder había prescindido de él en sus nombramientos de 1998 y del 2002.

Al final de la jornada llegó el simbólico traspaso de la cancillería, pocos minutos después de las cinco. En una sobria despedida de Schröder y bienvenida de Merkel, la cancillera agradeció al socialdemócrata sus consejos y disponibilidad de los últimos días y dijo que, aunque en el pasado no siempre estuvieron de acuerdo, la Agenda 2010 (el programa de reformas de Schröder) es "un hito para el país".

´MY WAY´ Para cerrar su parlamento, Merkel se permitió una licencia poética: "Quizá no hay nada mejor que la canción My way como resumen de la imagen que le define", dijo del dirigente que deja la política. Schröder escogió esta canción de Frank Sinatra para que la tocaran las tropas en la retreta con que le despidió el Ejército el sábado. "La gente se acordará de usted con gusto", le dijo Merkel.