La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió hoy con la cúpula de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), y su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU) para aprobar un programa electoral que incluye costosas medidas para apoyar a las familias y combatir la pobreza en la vejez.

El borrador del programa ya ha recibido duras críticas tanto de la oposición como del socio de coalición de Merkel, el Partido Liberal (FDP), por considerar que en el documento se formulan promesas que no podrán ser financiadas.

Entre las propuestas hay mejoras fiscales para las familias con niños y un aumento de las pensiones para las madres con hijos nacidos antes de 1993.

Además, se plantean grandes inversiones infraestructura aunque advirtiendo que todo estará subordinado a la consolidación fiscal.

El jefe del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata (SPD), Frank Walter Steinmeier, ha calificado el programa de "estafa electoral anunciada" puesto que todas las promesas que se hacen se supeditan a la vez a la situación del presupuesto.

En el borrador del programa no aparece en ningún momento una declaración del deseo de continuar la alianza con el FDP, lo que no ha sentado bien en las filas del socio de coalición.

El jefe del Partido Liberal (FDP) y actual ministro de Economía y vicecanciller, Philipp Rösler, ha rechazado el borrador del programa diciendo que la CDU y la CSU se "han dejado seducir por el dulce veneno del aumento del gasto".

El secretario general de la CDU, Hermann Gröhe, ha rechazado las críticas de Rösler.

"Se trata de nuestro programa, no del programa del señor Rösler", ha dicho Gröhe antes del comienzo de la reunión de las cúpulas de la CDU y la CSU.

Seehofer, antes de que se iniciará la reunión, se ha mostrado convencido de que las promesas contenidas en el programa si podrán financiarse.

"El dinero será suficiente", ha afirmado Seehofer al ser preguntado si las medidas planteadas podrán financiarse.