La cancillera alemana, Angela Merkel, ha reiterado hoy su rechazo a los eurobonos e insistió en la independencia del Banco central Europeo (BCE) como garante de la estabilidad monetaria, al presentar ante el Parlamento federal la postura de su gobierno ante la próxima cumbre de la UE. "Quien pida su emisión (la de los eurobonos) para hacer frente a la crisis de la deuda europea es porque no ha entendido la crisis", ha dicho la cancillera, quien ha insistido en su rechazo formal a la emisión de los eurobonos que reclaman algunos de sus socios de la zona euro.

Merkel ha reiterado además que no hay que esperar una solución repentina a la crisis ya que se trata de un "proceso que durará años" y que requiere "cambios en los tratados europeos" para que haya normas vinculantes en el manejo de los presupuestos públicos. La cancillera ha dicho que se debe pasar de tener criterio de referencia --el actual 3% del PIB para el déficit y el 60% para la deuda-- a tener criterios vinculantes cuyo incumplimiento conlleve sanciones automáticas.

La cancillera ha insistido asimismo en la defensa de la independencia del BCE como garante de la estabilidad monetaria, lo que ha calificado de "gran logro de nuestra democracia". "La función del BCE es preservar la estabilidad monetaria. El BCE tiene funciones distintas a los bancos centrales de EEUU o del Reino Unido", ha subrayado.

Merkel ha recalcado su propósito de alcanzar un acuerdo con Francia, el próximo lunes, en París, en una nueva reunión con Nicolas Sarkozy, para presentar una propuesta conjunta ante la cumbre de la UE. Merkel ha rechazado que su propósito sea marcar una especie de "dominio alemán" en la UE. "La unión alemana y la europea fueron y son dos caras de una misma medalla. Nunca lo olvidaremos", ha recalcado Merkel.