La cancillera alemana, Angela Merkel, se prepara para formar un nuevo Gobierno con los liberales y empezar aplicar nuevas recetas para salir de la crisis. El nuevo Ejecutivo de centroderecha se enfrenta a un país con una interminable lista de problemas y reformas pendientes. Ni la CDU de Merkel, ni sus hermanos bávaros de la CSU, ni sus nuevos socios liberales, el FDP, tienen respuesta para todo y en algunos puntos clave, defienden propuestas distintas. El motor de Europa, muy endeudado, con estructuras económicas y sociales que se han quedado anticuadas y una población envejecida, se enfrenta a un periodo difícil. REFORMA FISCAL

Menos presión para reactivar la economíaAngela Merkel aseguró ayer que pretende cumplir sus promesas de una bajada de impuestos general, de la que deberían beneficiarse sobre todo las clases medias-altas y altas, pero ya dejó claro que esa rebaja no se producirá antes del 2011. La CDU, que después de subir al poder en el 2005 forzó una subida del IVA en tres puntos, hasta el 19%, ve ahora difícil un recorte impositivo que se traducirá en menos recaudación. Aunque se empieza a hablar de que ya se ve la luz al final del túnel y la economía alemana podría volver a crecer en el 2010, para el 2009 se prevé una caída de entre el 5 %y un 6%, lo que --unido al último endeudamiento aprobado en el Parlamento por valor de 86.100 millones de euros--, le harán incumplir los pactos de estabilidad y crecimiento de la UE. Sin embargo, para la CSU y, sobre todo, para el FDP la única manera de salir de la crisis es dando más dinero a los que pueden reinvertirlo y reactivar la economía. La unión socialcristiana de Merkel contempla, de momento, una bajada en dos pasos del tipo impositivo mínimo del 14% al 12% y la implantación del tipo máximo, fijado en el 42%, para ingresos superiores a los 60.000 euros anuales, frente a los 52.552 actuales. Otras reformas como los impuestos empresariales y de sucesiones también están sobre la mesa pero no existen planes concretos. EL PARO

Flexibilización del mercado laboralA pesar de las crisis, Alemania ha logrado mantener la tasa de desempleo relativamente estable (en la actualidad se sitúa en un 8,3%), gracias a las medidas implantadas en los últimos años, como la opción de un recorte de la jornada laboral con el sueldo compensado por una ayuda estatal. Pero las medidas se agotan y casi todos los expertos auguran, para el próximo año, un aumento del desempleo que podría acercar la cifra de parados a los cuatro millones, medio millón más que actualmente y un millón más que hace un año. Liberales y conservadores están de acuerdo en que la mejor manera de crear empleo es flexibilizar el mercado laboral, por lo que se distanciarán de las exigencias y los esfuerzos socialdemócratas y de la izquierda en general por implantar un salario mínimo interprofesional. El FDP apuesta también por la liberalización del despido, un punto en el que la CDU de Merkel presenta sus reservas. Además, los liberales quieren reformar las ayudas y subsidios por desempleo y apuestan por una simplificación del sistema y la burocracia que incluye la eliminación del Instituto ESTADO DEL BIENESTAR

Un insostenible sistema de pensionesLos intentos de salir de la crisis y minimizar su impacto han desviado a Alemania de uno de sus principales problemas: el cambio demográfico. El país se enfrenta hace tiempo al reto del descenso y envejecimiento de la población. Los 82 millones de alemanes de ahora serán entre 69 y 74 millones en el 2050, y uno de cada tres tendrá más de 60 años. Si Alemania no reforma a tiempo sus sistemas de pensiones y seguridad social, se enfrentará a una situación insostenible en menos de una década.Hasta ahora se ha hecho poco y el nuevo Gobierno no parece aportar recetas nuevas. Las ayudas a las familias conseguidas durante el último periodo han incentivado la natalidad, pero no hay planes de mejorarlas en esta nueva fase. Además, el FDP se opone a la jubilación a los 67 años pactada por el Gobierno anterior para paliar el descenso de la población activa y que debería entrar en vigor en el 2013, por lo que es posible que intente modificar el acuerdo.Tampoco hay acuerdo sobre una reforma del complejo sistema sanitario. La CDU apuesta por una combinación de seguros públicos y privados y por incentivar la prevención, mientras que los liberales apuestan por un sistema de cuotas dependientes de las prestaciones. EDUCACION

Aumentar la inversióny mejorar la formaciónPor si fuera poco, los alemanes se enfrentan al reto de quedarse con un reducido porcentaje de población cualificada. Alemania hace décadas que no es puntera en educación y, entre los países industrializados, suele quedar de los últimos en inversión y número de ciudadanos que obtienen un título universitario.Según informes de la OCDE, Alemania invierte solo un 4,8% de su PIB en educación, frente a la media del 6%, y apenas un 20% de la población estudiantil obtiene un título, frente a la media del 38% de los países de la OCDE. El objetivo de la CDU y el FDP es aumentar el porcentaje de inversión en educación hasta un 7% del PIB. Se trata de una medida que se aprobará sin problemas, pero que para muchos resulta insuficiente. Merkel insistió en la campaña en que el problema educativo no es solo cuestión de dinero sino que tiene que ver con una falta de interés de los estudiantes. La cancillera ha propuesto en varias ocasiones aumentar el seguimiento de los alumnos con tutorías y asesorías en las escuelas. SEGURIDAD

El FDP quiere salvarla libertad individualLa amenaza terrorista sobre Alemania no ha dejado de crecer y cada día aparecen nuevos vídeos de Al Qaeda. En la lucha contra el terrorismo, el ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, introdujo varias reformas que para el FDP van contra las libertades individuales. Los liberales exigen la retirada de la ley que obliga a almacenar registros de todos los ciudadanos durante seis meses y lucharán por evitar la progresiva difuminación de la línea entre seguridad exterior e interior que la CDU ha querido quebrar aprobando la intervención del Ejército en suelo alemán.