Mohammed Sidique Khan, uno de los cuatro terroristas del atentado de Londres, fue investigado por los servicios secretos británicos (el MI5), pero éstos consideraron que no era una amenaza.

El nombre del maestro de escuela de 30 años, presunto jefe del comando que ensangrentó la capital británica, había llamado la atención del MI5 el pasado año, informaba ayer The Sunday Times. Los servicios del espionaje interior británico hicieron una comprobación rutinaria de su identidad, tras descubrir la preparación de un ataque a una discoteca en el londinense barrio de Soho. The Sunday Times asegura que Khan conocía a los instigadores del ataque frustrado.

Los servicios de inteligencia juzgaron que su vínculo con los conspiradores era "indirecto" y no volvieron a prestar atención a las actividades del hombre, que hizo estallar la bomba en la estación del metro de Edgward Road. La revelación vuelve a atizar el debate sobre la eficacia del contraespionaje, que no logró detectar a la célula islamista y prevenir el golpe.

El Gobierno negó ayer que se haya abierto una "investigación interna" sobre los posibles fallos del MI5. Charles Falconer, responsable de Asuntos Constitucionales en el Gabinete, rechazó incluso la idea de que el ataque implique algún error por parte de los servicios de espionaje, y afirmó que "no es el momento de ninguna investigación".

LEYES ANTITERRORISTAS El ministro de Interior, Charles Clarke, debatirá hoy con la oposición nuevas medidas para castigar a quienes inciten o se entrenen para cometer actividades terroristas. El Gobierno espera lograr un consenso e incorporar los nuevos delitos al borrador de la legislación antiterrorista, que empezará a debatirse en otoño. Una norma impedirá la entrada de dirigentes radicales islamistas. El Reino Unido ha mantenido hasta ahora gran tolerancia con personajes que han predicado la guerra santa contra Occidente.

Los principales imanes y clérigos musulmanes de Gran Bretaña se disponen a publicar hoy una fatua (decreto religioso), condenando sin paliativos el atentado de Londres, reprobando los atentados kamikazes y repudiando a quienes se suicidan en este tipo de acciones. Varios cientos de personas, miembros de asociaciones musulmanas y de la organización Detened la Guerra, se concentraron ayer en Londres, Edimburgo y Glasgow para rendir homenaje a las víctimas del 7-J y denunciar los últimos ataques sufridos por la comunidad islámica.

CONTESTACION A BLAIR Por otro lado, Claire Short, exministra del primer ministro británico Tony Blair y contraria a la participación británica en la guerra de Irak, contradijo ayer al primer ministro en una entrevista concedida a la cadena de televisión GMTV. "Yo no tengo la menor duda de que los atentados de Londres están ligados a la guerra de Irak", afirmó Short.