Miles de personas arroparon hoy al expresidente de Honduras Manuel Zelaya en el cuarto aniversario del golpe de Estado que lo derrocó, una conmemoración a la que su esposa, Xiomara Castro, llega como líder de los sondeos para las elecciones del 24 de noviembre.

"Desde el golpe de Estado, el 28 de junio de 2009, que Xiomara salió a la calle siendo primera dama, dormía en el pavimento frente a las armas. Ella se volvió la mujer más popular del país", dijo Zelaya a Efe, seguro del carisma de su esposa.

El expresidente encabezó una multitudinaria marcha en Tegucigalpa en este aniversario del día en que fue sacado a tiros de la Presidencia y del país, cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución desoyendo impedimentos legales.

Zelaya agregó a Efe que Castro no le acompañó en la marcha de hoy porque hace tres días viajó a República Dominicana a un chequeo médico por una dolencia en una rodilla, de la que fue operada hace unos dos meses.

Tras el golpe de Estado, Castro salió muchas veces a las calles a protestar con miles de hondureños y exigir el retorno de su marido.

Ese movimiento fue el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), del que en 2011 surgió el Partido Libertad y Refundación (Libre), que ahora encabeza Castro, quien según algunos sondeos de opinión, es la más favorecida en intención de voto si las elecciones se celebraran ahora.

En el último sondeo que se realizó en Honduras en mayo pasado, Castro lideraba la intención de voto con un 28 %, seguida por el candidato del Partido Anticorrupción, Salvador Nasralla, con 21 % y en tercer lugar el del oficialista Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, con un 18 %.

Xiomara Castro, según su marido, "tiene una gran aceptación popular" en un país con "problemas históricos en todos los campos".

"Este es un país del tercer mundo, el golpe de Estado ha venido a agravar más la situación que ya vivíamos desde hace muchas décadas", subrayó Zelaya, quien retornó el 28 de mayo de mayo de 2011, tras una mediación de Colombia y Venezuela con el Gobierno que preside Porfirio Lobo.

Zelaya reiteró que en su mandato de cuatro años, que fue interrumpido cuando le faltaban siete meses, propuso "soluciones pacíficas y democráticas", e "ir a las urnas a hacer consultas al pueblo", pero que "la clase conservadora, la elite de este país, lo que hizo fue agarrar las armas y crear el deterioro del Estado".

Ese deterioro, añadió, ahora se refleja en que Honduras figura como el país con peor índice de violencia del mundo (con un promedio de 20 muertes diarias), el de mayores niveles de corrupción y falta de transparencia.

Zelaya, quien es coordinador general de Libre, indicó que las movilizaciones de hoy fueron convocadas en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes de Honduras, "para conmemorar un acto que no queremos que se repita nunca más en el país".

En el resto del país habrá asambleas conmemorativas con el fin de protestar por "nuestro derecho a la vida, nuestro derecho por la justicia, nuestro derecho por la paz para que esos hechos nunca más vuelvan a repetirse en Honduras", apostilló.

La manifestación en Tegucigalpa, encabezada por Zelaya, comenzó frente a la Universidad Pedagógica Francisco Morazán y terminó en el centro.

Zelaya pidió a sus seguidores "hacer justicia en las urnas" y señaló que los conflictos políticos no se resuelven "con armas, sino con democracia".

Los manifestantes portaban banderas en rojo y negro del FNRP y del partido Libre y coreaban consignas como "Mel, amigo el pueblo está contigo" y "Ni olvido ni perdón".

El pasado día 16, Castro, en una concentración política de Libre, dijo que de llegar al poder su primera decisión sería "convocar a un pacto social para llevar a cabo una asamblea nacional constituyente que proponga la participación popular, porque bajo el actual sistema es imposible hacerlo".

En las elecciones generales, que serán las novenas consecutivas desde que el país retornó a la democracia en 1980, participarán, además, de Libre, siete partidos más.