Miles de personas han salido a las calles de Irán este miércoles para expresar su apoyo al régimen del ayatolá Alí Jamenei y contrarrestar las protestas en contra del Gobierno que, desde el jueves pasado, han ocupado las calles del país y han causado ya, al menos, 23 muertos. Este martes, Jamenei se pronunció por primera vez desde el inicio de los altercados y dijo que las protestas estaban promovidas por "los enemigos de Irán".

La multitud de gente que ha tomado las calles de ciudades como Ahvaz, Kermanshah, Bushehr, Abadan, Gorgan y Qom han gritado "líder, estamos listos" y han ondeado banderas nacionales y levantado carteles con ilustraciones de Jamenei y pancartas en las que se leía "muerte a los secesionistas".

En el séptimo día de manifestaciones, la represión iraní se ha incrementado. Las detenciones ya alcanzan las 1.000 personas, sobretodo en Teherán donde la cifra supera los 450, y las autoridades judiciales han amenazado a los protestantes con acusarlos de delitos que pueden ser sancionados con la pena de muerte.

Alusión a Estados Unidos

Por otro lado, los manifestantes pro-régimen también han querido dirigirse a Estados Unidos y han entonado consignas como "¡Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel!" para expresar su enfado respecto a la posición que el gigante americano ha adoptado durante los últimos días.

A través de su cuenta de Twitter, Donald Trump ha expresado su apoyo a los que protestan contra el régimen iraní. "El pueblo de Irán por fin está actuando contra el brutal y corrupto régimen" ha expresado el dirigente estadounidense.

Unos comentarios que la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Heather Nauert, ha querido aclarar negando que EEUU tenga ningún interés en un "cambio de régimen" y señalando que se trata "simplemente de respaldar el derecho de los manifestantes a pedir cambios políticos en su Gobierno".

Más movilizaciones

La Organización de la Promoción Islámica de la provincia de Teherán, una entidad vinculada al régimen, ha convocado para este viernes otra movilización para condenar las protestas antigubernamentales.

En el séptimo día de manifestaciones, la represión iraní se ha incrementado. Las detenciones ya alcanzan las 1.000 personas, sobretodo en Teherán donde la cifra supera los 450, y las autoridades judiciales han amenazado a los protestantes con acusarlos de delitos que pueden ser sancionados con la pena de muerte.