Decenas de miles de personas asistieron ayer a los funerales de los 12 soldados turcos que murieron el domingo en un ataque del PKK. En el último adiós a los militares caídos también estuvieron, además de familiares y amigos, responsables municipales, altos mandos del Ejército, ministros y diputados. En los funerales, celebrados en las localidades de origen de los fallecidos, predominaron las banderas turcas, los retratos de los "mártires" --como denominan en Turquía a los soldados muertos en combate-- y los eslóganes de condena al PKK y a sus atentados. Algunos asistentes rompieron a llorar cuando pasaban los ataúdes, que iban cubiertos con la insignia nacional.