Miles de personas están ya en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak en El Cairo, donde los convocantes de la marcha del millón esperan reunir a más de un millón de personas en la que puede ser la mayor manifestación de la historia del país. Aunque el objetivo inicial de los manifestantes era marchar hasta el palacio presidencial, en el barrio de Heliópolis, muchos temen ya que el Ejército no les dejará moverse de la plaza. Además de en El Cairo, hay convocadas protestas similares en Alejandría, Mansura, Suez i Ismailia. Los convocantes de las marchas confían en que las masivas protestas de este martes den el golpe de gracia a Mubarak, en el poder desde hace más de 30 años.

Por segundo día, la ciudadanía ha levantado controles a la entrada de la céntrica plaza Tahrir para reforzar el control que ya realizan los militares. En todos los accesos a la plaza, civiles y militares cachean a los manifestantes y les piden su documentación para asegurarse que no entran ni los reclusos fugados de las cárceles ni policías de paisano que pueden reventar con su violencia el carácter pacífico de la convocatoria.

El ambiente en Tahrir es festivo, con música y tambores. Los concentrados portan carteles con mensajes como Queremos paz y libertad, Mubarak, tu sitio está en Tel-Aviv o Dignidad para nuestros hijos.

Mubarak, "un incordio"

A la espera de cómo transcurran las protestas convocadas en todo el país, el Ejército --la única institución respetada en la calle-- se ha posicionado y ha anunciado que considera "legítimas" las reivindicaciones de la población y que no atacará a los manifestantes."Garantizamos el derecho a la protesta pacífica" y "no emprenderemos acciones que desestabilicen la seguridad de la nación", ha asegurado el Ejército en un comunicado emitido por televisión.

La postura de los militares puede ser clave para la resolución de la revuelta. Fawaz Gerges, analista de la London School of Economics, asegura que Mubarak "se ha convertido en un incordio para el Ejército" y a su juicio ello hace que sea "cada vez más difícil" que el presidente siga en el poder.

Anoche la oposición se reunió con el Ejército y transmitió a la cúpula militar sus pretensiones: que Mubarak dimita y que el vicepresidente, Omar Suleiman, asuma el control del país hasta la celebración de unas elecciones democráticas. Tanto los Hermanos Musulmanes como la plataforma que lidera Mohamed el Baradei consideran que las iniciativas y propuesta de diálogo de Mubarak "no tienen ningún valor".

La aportación de Google y Twitter

Las redes sociales están siendo claves en las convocatorias de las protestas. Por ello, el Gobierno ha estado boicoteando el acceso de la población a internet. Es por ello que Google y Twitter se han aliado para hacer posible la comunicación desde Egipto aun sin internet. Esta madrugada Google ha anunciado que ha desarrollado una herramiento para que los egipcios puedan seguir tuiteando a pesar de que las autoridades han interrumpido las comunicaciones móviles y de internet.

La compañía ha puesto a disposición de los usuarios tres teléfonos internacionales en los que pueden dejar un mensaje de voz y el servicio instantáneamente tuitea el mensaje con el tema #egypt. Google ha trabajado codo con codo durante el pasado fin de semana con un grupo de ingenieros de Twitter y SayNow, que Google adquirió la semana pasada, para hacer este proyecto realidad.

Los tres números para llamar son +16504194196 o +390662207294 o +97316199855. Con este sistema no hace falta internet y los interesados pueden escuchar los mensajes llamando a los mismos números de teléfono o visitando la página twitter.com/speak2tweet desde cualquier punto de mundo.