Policías afganos apoyados por helicópteros de combate estadounidenses atacaron el viernes un feudo de los talibanes en el sureste de Afganistán y mataron a 41 guerrilleros, según informaron las autoridades de la provincia de Kandahar, donde tuvo lugar la operación.

Además, los habitantes de Singesar --un poblado que solía servir de refugio al líder rebelde, el mulá Omar-- informaron de que cuatro civiles también murieron por el fuego cruzado y tres sufrieron heridas. Yusuf Ahmadi, portavoz talibán, desmintió la noticia y dijo que sólo murieron dos insurgentes y que tres resultaron heridos. De acuerdo con un civil herido, que ayer permanecía en el hospital de Kandahar, en los combates participaron entre 200 y 250 talibanes que, como pudieron, resistieron más de 20 horas el ataque.

Sin embargo, los policías afganos eran superiores en número y medios. Las autoridades de Kandahar explicaron que los rebeldes se habían reagrupado en Singesar tras huir de la vecina provincia de Helmand, donde sufrían el acoso de las fuerzas de la coalición. Pobres resultados produjo, en cambio, otra operación contra los insurgentes talibanes lanzada este fin de semana en la provincia de Kunar, en la que participaron 2.500 soldados afganos y estadounidenses apoyados por aviones bombarderos B-52.