Los autores del golpe de Estado militar de Thailandia han cerrado las fronteras septentrionales del país con Laos y Birmania, según ha informado el coronel del Ejército Surin Saengkum, alto responsable de fronteras en el norte de Tailandia. El general Sondhi Bunyaglarin, el jefe de los golpistas que han tomado el poder tras derrocar al primer ministro, Thaksin Shinawatra, ha asegurado que el golpe de Estado era necesario para acabar con meses de crisis política. La televisión nacional ha emitido un comunicado en el que el general Bunyaglarin ha acusado a Shinawatra de corrupción, nepotismo y de haber causado una división sin precedentes en la sociedad tailandesa. "Hemos tomado el poder. La Constitución, el Senado, la Cámara de Representantes, el Gobierno y el Tribunal Constitucional han sido anulados", ha afirmado el jefe militar. Además ha explicado que el Consejo Administrativo para la Reforma, creado por los militares tras perpetrar el golpe de Estado, necesitaba tomar el control de la situación para restablecer la normalidad. Finalmente ha pedido perdón a la población por las molestias causadas. El general, que antes del golpe ya era el jefe del Ejército tailandés, anunció ayer que asumía el cargo de primer ministro interino, aunque anunció durante su última intervención que no se perpetuaría en el poder. El gobernador del Banco de Tailandia El gobernador del Banco de Tailandia, Pridayadhorn Devakula, ha aceptado ser primer ministro en el nuevo Gobierno interino, según informa hoy el diario The Nation, que asegura que el gobernador ha acortado su estancia en Singapur, donde asistía a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional-Banco Mundial y se esperaba su inminente llegada a Bangkok. Se ha anunciado que habrá una rueda de prensa de los militares acerca de este asunto hoy. Shinawatra, que se encontraba en Nueva York asistiendo a la Asamblea General de la ONU cuando los militares dieron el golpe, está sopesando si regresa a Tailandia, según fuentes cercanas al depuesto primer ministro. Otras fuentes citadas por The Nation han señalado la posibilidad de que se exilie a Londres. Jornada festiva Pese a la presencia de tanques y soldados en la calles, la calma reina en Bangkok, la capital de Tailandia, que se distingue por su notable actividad a todas horas. Después del golpe, los militares han declarado hoy jornada festiva. La mayoría de los trabajadores de las oficinas de grandes y medianas empresas, bancos y de la Administración, se ha quedao en su casa para seguir por televisión o radio la evolución de los acontecimientos. Después de una larga interrupción de la programación habitual, esta mañana los cinco canales estatales de televisión, ahora todos bajo el control de las Fuerzas Armadas, han reanudado su emisión con películas locales y escuetos noticiarios sobre la situación. La mayor parte de las misiones diplomáticas occidentales ha recomendado a sus nacionales permanecer en sus casas u hoteles, como medida de precaución y a pesar de la ausencia de violencia relacionada con el golpe militar.