Golpes en el pecho, regueros de sangre brotando de la cabeza y un colorista despliegue de banderas acompañaron ayer en Kerbala la conmemoración del martirio del imán Husein, nieto de Mahoma. La gran celebración del calendario shií, proscrita en tiempos de Sadam, fue tanto un acto multitudinario de fervor religioso, con más de un millón de fieles llegados de todo el país, ahora sin la opresión del régimen suní, como de crítica política contra la presencia de EEUU en Irak. Los peregrinos mostraron escasa simpatía por las tropas extranjeras y corearon consignas exigiendo su retirada. Las proclamas "No a Estados Unidos, no a Sadam, sí al islam", acompañaron los tradicionales cánticos religiosos.

Mientras los jóvenes cantaban en grupo, mujeres cubiertas de negro de la cabeza a los pies se golpeaban el pecho. "Mataron a mi hijo en 1977. Quiero que la gente lo sepa", decía Umm Kamel, una anciana entre lágrimas. Ese año tuvo lugar la última marcha hacia la ciudad santa, que fue reprimida por Sadam. A medida que avanzaba la mañana, un sol de justicia se apoderó de Kerbala, lo que obligó a muchos voluntarios a esparcir agua entre los sudorosos peregrinos.

PARA NO PROVOCAR

Para evitar provocaciones, los soldados estadounidenses prefirieron mantenerse lejos de los peregrinos. Sólo unos helicópteros sobrevolaron la ciudad, probablemente para observar la capacidad de convocatoria del islam shií.

Las autoproclamadas fuerzas libres iraquís, leales al líder pronorteamericano Ahmed Chalabi, controlaban los accesos a Kerbala desde Bagdad. En la periferia y dentro del casco urbano eran voluntarios de la Hawza, la escuela teológica en la cercana ciudad de Najaf, que forma el núcleo del clero shií iraquí, quienes velaban por que la peregrinación transcurriera de forma ordenada y no se produjeran estampidas.

Es precisamente la presencia de estos voluntarios en Kerbala lo que demuestra el creciente peso del clero en la vida cotidiana y su voluntad de llenar desde la base el vacío de poder surgido tras el derrumbe del régimen. La Hawza pidió a las mujeres que se abstuvieran de peregrinar hasta Kerbala en previsión de incidentes.

Lejos de la multitud, en una escuela coránica, el clérigo Sayed Hadi al Musaui, concretó los eslóganes que podían oírse y comparó a Sadam, al que calificó de "producto de Washington de los años 70 y 80", con el actual liderazgo norteamericano: "Ambos son diablos. Washington también ha querido controlar Irak y su petróleo durante décadas".

VICTORIA LOCAL

Mientras, en Bagdad, el primer pulso entre las tropas estadounidenses y la comunidad shií se saldó con victoria local. Después de que miles de manifestantes protestaran durante dos días seguidos ante el hotel Palestina de la capital, donde se aloja el grueso de la prensa internacional, los mandos militares decidieron liberar al clérigo Mohamed Fartusi, detenido precisamente en la víspera de la conmemoración de Kerbala. El gesto fue considerado por muchos como una nueva muestra de la torpeza de los mandos militares y de su incapacidad de afrontar el caos en el que se ha sumido el país tras la entrada de las tropas anglo-norteamericanas.

En cambio, un dirigente shií afirmó en Kuwait que el ayatolá Taqi al Madrasi, que se dirigía en autocar a Kerbala desde Irán, fue detenido en territorio controlado por las fuerzas kurdas, según informó la televisión Al Jazira.