El gobierno de Angela Merkel se tambalea. Tras haber llegado a acuerdos migratorios con hasta 16 estados de la Unión Europea (UE) para que acepten la devolución de migrantes, la crisis política entre los conservadores parecía cerrada, pero el ministro de Interior y líder bávaro, Horst Seehofer, criticó el plan de la cancillera, que lo considera insuficiente y «no efectivo».

Según informó la prensa alemana, el presidente de los conservadores de Baviera valoró de forma muy crítica los acuerdos trazados por Merkel. Reunido desde las 15.00 horas con los dirigentes de su partido, Seehofer consideró que esos pactos bilaterales y el acuerdo europeo no son equivalentes con el control y expulsión de migrantes en la frontera que propone en lo que llama su «plan maestro».

En la cumbre de Bruselas, los 28 países del bloque europeo convinieron que los refugiados rescatados del mar serán alojados en centros «controlados» en Europa. Además se estudiará la posibilidad de que también sean abiertos centros de este tipo en África.

Al margen de las deliberaciones, Merkel acordó con España y Grecia agilizar las devoluciones de peticionarios de asilo que hubiesen sido registrados en estos países y se aseguró el compromiso de otros 14 Estados para acelerar las repatriaciones.

CRÍTICO ACÉRRIMO DE MERKEL / Ayer al mediodía Seehofer presentó las líneas de su proyecto a sus correligionarios. El ministro del Interior, crítico acérrimo de Merkel y considerado como una de las voces más duras del nacionalismo conservador, quiere que aquellos migrantes que hayan sido registrados en otros países de la Unión Europea sean expulsados directamente en la frontera. Merkel se negó a ese punto y él la amenazó con cerrar las fronteras unilateralmente en un ultimátum que terminaba ayer. Actuar unilateralmente e ignorar a la cancillera abriría una crisis política que podría tumbar el gobierno y a la propia Merkel. Y es que el conflicto podría desembocar en el fin de la coalición de conservadores y socialdemócratas al mando de la cancillera, que asumió el poder hace poco más de cien días.

Tras la cumbre europea del pasado jueves y viernes, la canciller telefoneó a los dirigentes políticos de los conservadores bávaros (CSU) y los socialdemócratas (SPD), miembros de su gobierno, para informarles del citado acuerdo.

UN GUIÑO A SUS ALIADOS / Con estos pactos bilaterales, Angela Merkel presentaba a sus aliados y especialmente al ministro del Interior, Horst Seehofer, una razón para no cumplir su amenaza de un cierre de las fronteras e insiste en una salida bilateral a la crisis política que vive Alemania y el resto de la UE que no afecte al pacto de libre circulación de Schengen.

Aunque las conclusiones migratorias de la cumbre europea no especificaban ningún gran acuerdo, la cancillera ha impulsado estos pactos bilaterales para satisfacer a sus críticos en Alemania.

La presión la ha llevado a aceptar la adopción de medidas muy restrictivas que antaño criticó, como la creación de centros de internamiento para inmigrantes.