"Estoy de acuerdo en todo lo que han dicho". Al final de la rueda de prensa que compartió ayer con el resto de sus colegas del Cuarteto de Madrid, el ministro ruso de Exteriores, Igor Ivanov, hizo gala de su buen humor tras permanecer silencioso frente al micrófono sin recibir ninguna pregunta en toda la comparecencia. Pero la broma no ocultó una realidad: Kofi Annan sólo habló para leer el comunicado conjunto; Javier Solana y George Papandreu tuvieron que robar la palabra para expresar la postura de la UE, ya que nadie les preguntó nada; Ivanov miró al tendido, y todos escucharon al estadounidense Colin Powell.