El ministro de Defensa, Federico Trillo, afirmó ayer que la nueva doctrina antiterrorista aprobada por la OTAN reforzará la lucha contra ETA. Trillo argumentó que el compromiso de los aliados para poner en común sus servicios de inteligencia generará un intercambio más eficaz de información y permitirá a las fuerzas de seguridad españolas ejercer un mayor control sobre la banda terrorista.

Trillo viajó a la cumbre de la OTAN en Praga acompañando al presidente del Gobierno español, José María Aznar, que defendió la necesidad de convertir en una prioridad la lucha contra el terrorismo, que es "la mayor amenaza" a la que se enfrentan los países miembros. Aznar advirtió: "el terrorismo destruye nuestros valores comunes, atenta contra la convivencia y va en contra de la democracia".

Por su parte, Trillo dejó claro que no habrá una "militarización" de la lucha contra ETA, sino un aprovechamiento de los flujos de información entre los miembros de la Alianza. "En el terrorismo interior de la Unión Europea lo que funciona es el espacio único y la acción policial común", subrayó el ministro.

Después de glosar los efectos positivos para España de la nueva OTAN , el ministro entró en el terreno más pedregoso de explicar las razones por las que España, a diferencia de otros países, no haya recibido un requerimiento de EEUU para prefijar su contribución militar en un eventual ataque a Irak. "Puede ser sencillamente que nosotros no tengamos necesidad de recibir ningún requerimiento ni ninguna información adicional", alegó.

RELACIONES PRIVILEGIADAS

El ministro recalcó que España mantiene una relación "privilegiada" con EEUU, que le permite mantener una información permanente sobre los acontecimientos relacionados con el conflicto iraquí. Trillo rehusó precisar qué contribución haría España en una guerra contra Irak. Tampoco concretó qué fuerzas o instalaciones aportará el Gobierno a la nueva Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN.