El primer ministro, Tony Blair, está en la cuerda floja a causa de la grave situación en Irak y su estrecha alianza con el presidente estadounidense, George Bush. En medio de una creciente impopularidad, los ministros de su Gobierno se han lanzado a la carrera por la sucesión, según admitió el viceprimer ministro, John Prescott, en una entrevista concedida ayer a The Times.