Corea del Norte vuelve a las andadas. De ser ciertos los datos recogidos por varios satélites espías, el régimen de Pyongyang está ultimando los preparativos para lanzar un misil balístico de largo alcance, el Taepodong-2, con autonomía suficiente para cruzar el Pacífico y llegar hasta territorio estadounidense. La mera posibilidad de una prueba inquieta tanto al Gobierno de George Bush que el embajador de EEUU en Japón, Thomas Schieffer, advirtió a los norcoreanos de que su país considerará el lanzamiento como "una provocación" y estudiará "las alternativas para disuadirlos".

El diplomático estadounidense se reunió ayer en Tokio con el ministro de Exteriores japonés, Taro Aso. Tras el encuentro, ambos responsables enarbolaron la amenaza de sanciones económicas en caso de que el Gobierno norcoreano lleve a cabo el lanzamiento. "Confiamos en que Corea del Norte no lo haga, porque eso solo serviría para aislarlos más de la comunidad internacional", declaró Schieffer. Los miembros de una delegación diplomática norcoreana de visita en Seúl (Corea del Sur) afirmaron que las informaciones sobre la supuesta prueba del proyectil "carecen de fundamento".

Las fotos de satélite, según reveló ayer la prensa surcoreana, muestran que las piezas del misil han sido trasladadas a una plataforma de lanzamiento, así como una decena de tanques de gas líquido para combustible. Responsables estadounidenses consultados por Reuters creen que el Taepodong-2 tiene una autonomía de vuelo de entre 3.700 y 4.300 kilómetros.

CRISIS SIMILAR Su hermano menor, el Taepodong-1, ya causó una crisis entre Washington, Tokio y Pyongyang. Era agosto de 1998 cuando Corea del Norte lanzó el proyectil, que sobrevoló el territorio japonés antes de hundirse en el mar. EEUU forzó entonces al régimen a firmar una moratoria sobre las pruebas de misiles convencionales.