La vida de Kurt Westergaard cambió cuando el periódico Jyllands-Posten publicó las viñetas de Mahoma. "Jamás llegué a imaginar que estas caricaturas fueran a desencadenar una tempestad como esta", dijo en el 2006 a la televisión de su país. Tanto Westergaard como los otros 11 dibujantes pagan el mismo precio que el escritor británico Salman Rushdie, condenado por los radicales por su novela Versos satánicos. Desde que estalló la crisis, Westergaard vive bajo protección policial, y ha cambiado de casa y de coche varias veces. Pero el pasado mayo decidió no esconderse más. "Ya he recorrido la mayoría de mi vida", dijo. "Soy demasiado viejo para tener miedo".