La Sala Penal Anticorrupción de Lima condenó ayer al exasesor del presidente peruano Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, a cinco años y cuatro meses de cárcel por tráfico de influencias. También deberá pagar unos 140.000 euros (casi 23,3 millones de pesetas) en concepto de reparación. Aunque la vista se celebró en una unidad penitenciaria --San Juan de Lurigancho--, se trata del primer juicio público que afronta el Rasputín peruano, el hombre que controló los servicios de inteligencia y la trastienda del poder en Perú a lo largo de los 90.

En la sesión del juicio, que tuvo ribetes de saga familiar, además de castigar al Doc (como solían llamarlo popularmente), el tribunal que preside Inés Villa Bonilla impuso una pena de cuatro años a la amante de Montesinos, Jacqueline Beltrán, y a Antonio Vera, tío de ella, que deberá cumplir una pena de tres años de prisión en suspenso.

INFLUENCIAS

Vera estaba en litigio con un banco por una deuda de dos millones de euros, y pensó que nadie mejor que el amante de su sobrina podría arreglar el entuerto. Montesinos, que entonces controlaba buena parte de la justicia, logró un fallo favorable en primera instancia. Pero después las cosas se le escaparon de las manos y Vera quedó en bancarrota.

El juicio, seguido desde las pantallas de televisión por los peruanos, tuvo hasta sus momentos lacrimógenos. Jacqueline Beltrán, quien, según la prensa, es un personaje oscuro, dijo que su principal delito había sido "enamorarse" de Montesinos. Finalmente, la justicia se hizo eco de la petición del fiscal Pablo Sánchez.

OPORTUNO DESMAYO

La sentencia debía conocerse el pasado viernes, pero mientras escuchaba los cargos, Montesinos se desmayó. Esta vez la oyó de manera imperturbable. "Me reservo el derecho de apelar" la sentencia, fueron sus únicas y lacónicas palabras.

Montesinos ya había sido condenado a nueve años por "usurpación de funciones" en un juicio reservado que se realizó en la base naval del Callao, convertida en penal de máxima seguridad donde el Rasputín peruano comparte sus días con exsenderistas.

Hace unas semanas, fue sorpresivamente exculpado en una causa por lavado de dinero. En ese momento, medios de prensa sostuvieron que el exasesor del presidente Alberto Fujimori todavía conserva "contactos" en tribunales y esa es la razón por la cual fue absuelto de manera llamativa.

Otros comentaristas desechan esa interpretación y recuerdan que, según las leyes peruanas, las condenas no son acumulativas, por lo que Montesinos terminará cumpliendo la sentencia más alta. Y todavía le quedan unos 70 expedientes abiertos. Aún están pendientes de juicio los delitos de lesa humanidad, tráfico de armas y enriquecimiento ilícito que le pueden deparar 30 años de cárcel.

El Doc filmaba a todos sus interlocutores. Nunca diferenció lo público de lo privado y, paradójicamente, su caída fue fruto de la divulgación de uno de esos vladivideos en el que arreglaba un soborno con un político. Después de huir casi un año, fue capturado en Caracas.