Las fuerzas de EEUU mostraron ayer los cadáveres de los dos hijos de Sadam Husein, Udai y Qusai, a un pequeño grupo de unos 15 periodistas, la mayoría fotógrafos y cámaras de televisión, que pudieron tomar imágenes.

Los periodistas fueron conducidos a una tienda de campaña en el recinto del aeropuerto. La tienda disponía de aire acondicionado --las temperaturas en Bagdad llegan a los 45 grados-- y un letrero la identificaba como "tanatorio". Dentro, en camillas, estaban los cuerpos de Qusai y Udai, muy retocados. Qusai había sido afeitado y a Udai se le había recortado cuidadosamente la barba. A ambos se les ha cortado el pelo y se les ha maquillado para ocultar las heridas y las magulladuras de la cara sufridas durante el asalto. Los dos cuerpos mostraban las cicatrices de la autopsia pero los hematomas, los cortes y las manchas de sangre habían desaparecido.