Alá Abú Dehim, de 20 años, trabajó durante algún tiempo en la yeshiva, donde murió matando. Como castigo, la policía israelí demolió ayer la casa de su familia. Aun así, los suyos celebraron su velatorio adornándolo con banderas de Hamás. Desde allí podían ver el lujoso asentamiento judío de Nof Zion, construido en Jabal Mukaber, donde creció el terrorista de la yeshiva.