Rusia criticó ayer en la reunión con la OTAN en Sevilla el plan de EEUU para ubicar en Polonia y en la República Checa las instalaciones de su proyecto de escudo antimisiles. Como respuesta, el ministro ruso de Defensa, Serguei Ivanov, anunció el refuerzo de su sistema de misiles estratégicos intercontinentales.

Ivanov también advirtió a los países aliados del efecto desestabilizador que tendrá el plan de la ONU para conceder la independencia a la provincia serbia de Kosovo, que puede provocar "una reacción en cadena" de separatismo en muchas regiones europeas.

La reunión del Consejo de Ministros de Defensa OTAN-Rusia estuvo marcada por los planes de EEUU de instalar 10 interceptores de misiles en Polonia y una estación de radar en la República Checa, oficialmente para prevenir un eventual ataque de misiles de Corea del Norte o Irán.

Ivanov acusó a Washington de querer reavivar el espíritu de la guerra fría con unas instalaciones injustificadas que plantean una amenaza para la seguridad rusa. "El clima positivo de cooperación OTAN-Rusia no debe utilizarse como pantalla para la formulación de planes antirrusos", declaró Ivanov.

El ministro ruso subrayó que para prevenir un ataque de Corea del Norte las instalaciones de Polonia están mal situadas geográficamente. Además, Irán carece de la tecnología para desarrollar misiles de más de 1.700 kilómetros de alcance.

Ivanov anunció que Rusia se verá obligada a dar una "respuesta asimétrica" mediante el desarrollo de su sistema estratégico de misiles balísticos intercontinentales, aunque "sin entrar en una nueva carrera armamentista". Ivanov insistió en que el plan de la ONU sobre Kosovo supone "abrir la caja de Pandora", porque modifica el prinicipio hasta ahora incuestionado de la "unidad territorial". El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, reafirmó el respaldo aliado al plan de la ONU.