El expresidente egipcio Hosni Mubarak ha sido ingresado en el hospital militar de Maadi, donde quedará en arresto domiciliario, después de salir de la prisión de Tora en un helicóptero medicalizado. El responsable del departamento de prisiones del Ministerio de Interior, Mustafá Baz, ha señalado que Mubarak quedará ingresado en el hospital militar de Maadi, al sur de El Cairo, a petición propia.

El dictador, que tiene prohibido abandonar el país, vuelve al mismo hospital donde ha sido ingresado en repetidas ocasiones a lo largo de su reclusión. En una de ellas, los medios oficiales llegaron a anunciar su "muerte clínica" por una dudosa trombosis cerebral.

Las causas

La excarcelación de Mubarak se produce a la haber expirado la prisión preventiva en la causa abierta contra él por haber supuestamente recibido regalos valorados en millones de libras egipcias de parte del conglomerado de instituciones periodísticas estatales Al-Ahram.

Mubarak también sigue encausado por la muerte de manifestantes en la revolución del 2011 que lo derribó, por el desvío de fondos públicos para construir y rehabilitar sus mansiones particulares, y por enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos vinculados con la venta de gas en Israel.

Por estas causas, se mantiene la prohibición a Mubarak de viajar fuera de Egipto y se conservan sus cuentas congeladas, han anunciado fuentes judiciales. La salida de la prisión de Mubarak llega en el momento más inoportuno debido a la inestable situación política de Egipto.

Indignación

La puesta en libertad provisional --pese a seguir bajo arresto domiciliario-- ha sido recibida con indignación por los grupos que fueron el germen de la Revolución del 25 de enero del 2011. El Movimiento 6 de Abril señaló en un comunicado que la liberación de Mubarak es "una victoria para la pobreza y el analfabetismo, y culmina la desviación de la revolución de su camino".

El grupo juvenil Tamarrud, instigador de las protestas previas al golpe de estado que depuso el presidente Mohamed Mursi, por ejemplo, ha rechazado frontalmente la excarcelación por motivos procedimentales. En un comunicado, el movimiento exigió al presidente, Adli Mansur, y al primer ministro, Hazem al-Beblaui, que mantuvieran Mubarak en la prisión al considerar su salida de la prisión un "peligro para la seguridad nacional egipcia".

Juicio popular

El grupo Tamarrud culpa el Gobierno de Mursi y a su entonces fiscal general, Talaat Abdul·là, de la salida de la prisión de Mubàrak por no haber tomado en consideración los informes de los comités de investigación y por no haber aprobado una ley de justicia transicional que juzgue los culpables del asesinato de manifestantes y de corrupción. Tamarrud está dispuesto a organizar un "juicio popular" contra Mubarak en los próximos días porque no puede "callar ante la liberación de quién asesinó el pueblo egipcio".

Por su lado, los Socialistas Revolucionarios han convocado protestas para pedir que Mubarak y los responsables del antiguo régimen "sean juzgados en tribunales revolucionarios".

Dentro de esta ola de reacciones airadas a su salida de la cárcel, la Organización Egipcia de Derechos Humanos (OEDH) ha presentado una denuncia ante la fiscalía para que se investiguen los casos de tortura perpetrados durante su régimen (1981-2011). El director ejecutivo del grupo, Tarek Zaglul, señaló que la oenegé ha presentado la denuncia ante el "descontento" de las personas que sufrieron torturas en la época de Mubarak por su liberación.

Represión

Mientras la liberación provisional de Mubarak es vista por muchos como la evidencia palmaria de que la contrarrevolución ha borrado los logros de la plaza de Tahrir, las nuevas autoridades prosiguen su campaña masiva de detenciones contra los líderes de la Hermandad Musulmana. Entre los arrestados a lo largo de la jornada están el exvicegobernador de la provincia de Alejandría, Hasan al Prince, el portavoz Ahmed Aref, el letrado Ahmed Abu Baraka. Además, la fiscalía emitió una nueva orden de prisión preventiva por quince días contra el líder supremo de la cofradía, Mohamed Badía, por instigar al asesinato y la violencia. También ha decretado la detención preventiva por 15 días del conocido predicador islamista Safuat Hegazi, acusado de instigar a asesinar manifestantes frente a la sede principal de los Hermanos Musulmanes el pasado 30 de junio.