Alesha, una activista transgénero pakistaní de 23 años,falleció este miércoles en Peshawar tras recibir seis disparos y sufrir diversas negligencias y actos discriminatorios en el hospital al que fue trasladada.

Los ataques contra personas transgénero no son raros en Pakistán ni en el sudeste asiático; por ello, el grupo que coordinaba Alesha,Trans Action, trata de concienciar a los ciudadanos de una situación problemática y peligrosa para una comunidad cada vez más debilitada. Según el grupo, la banda que atacó a Alesha acostumbra a centrar sus golpes contra miembros de la comunidad LGBT y muchas veces les acosan sexualmente y graban las agresiones.

Tras el ataque, los compañeros de Alesha la llevaron rápidamente al hospital, pero durante más de una hora, mientras ella sangraba, ellos sufrieron discriminación por parte del personal del centro sanitario. Los trabajadores faltaron el respeto al resto de transgéneros que la acompañaron, tal y como el grupo ha hecho público en su perfil de Facebook, con comentarios transfóbicos. "Un sanitario me pidió mi teléfono y me preguntó cuánto cobraba por bailar en una fiesta", denuncia una de las personas que acompañó a la activista herida al hospital.

UNIDAD DE CUIDADOS MASCULINOS

A lo largo de las horas, Alesha esperó desangrándose en el hospital mientras el personal no era capaz de ponerse de acuerdo sobre qué unidad debía tratarla: la de hombres o la de mujeres. Cuando finalmente decidieron llevarla a la unidad de cuidados masculinos, el grupo activista protestó y la cambiaron al femenino en el que supuestamente algunas pacientes manifestaron su disconformidad.

Mientras tanto, el resto de compañeros de Alesha seguían sufriendo más discriminación, llegando incluso a preguntarles si sus pechos eran reales, si "solo bailaban" o si también "se prostituían", según han explicado ellas mismas.

Alesha falleció este miércoles a causa de las heridas que le provocaron los disparos y agravaron las negligencias médicas.