El jefe del Departamento de Recursos Humanos del Parlamento afgano, Khalillullah Oraikheel, y otra persona murieron hoy en un atentado con bomba en Kabul, en el primer ataque mortal en la capital afgana tras el que el pasado sábado causó 80 muertos y más de 300 heridos durante una protesta.

Una fuente de Seguridad que pidió el anonimato dijo a Efe que tres personas resultaron además heridas por la explosión de la bomba magnética, "pegada a un vehículo Corolla".

Hace menos de una semana, un ataque contra una marcha de la minoría étnica hazara en protesta por un proyecto energético acabó con la vida de 80 personas e hirió a centenares en Kabul, en una acción que fue reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Afganistán vive uno de sus momentos más sangrientos desde el inicio del conflicto en 2001, con 5.166 civiles muertos y heridos en el primer semestre de 2016, un 4 % más respecto a los 4.982 del mismo periodo del año pasado, según datos de la Misión de Naciones Unidas en el país (UNAMA).