El exdictador Jorge Rafael Videla murió a las 6.30 de la mañana de este viernes, a los 87 años, en la cárcel bonaerense de Marcos Paz, donde cumplía varias condenas a prisión perpetua. Videla era el jefe del Ejército cuando las Fuerzas Armadas derrocaron a Isabel Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, dando inicio a la era más sangrienta de la Argentina moderna. Videla fue la figura predominante de la Junta Militar y ejerció la presidencia de facto hasta 1981, cuando fue reemplazado por otro general del Ejército, Roberto Viola. Cuando el país recuperó las instituciones, Videla, al igual que los integrantes de las juntas de Gobierno que se mantuvieron en el poder hasta 1983, fueron llevados a los tribunales. A Videla, al igual que el almirante Emilio Eduardo Massera, lo sentenciaron a prisión perpetua a fines de 1985.

El presidente Carlos Menem lo amnistió en 1991. Siete años más tarde fue procesado por el robo de niños nacidos en cautiverio durante el régimen militar. Y recientemente pudo ser condenado por diversos crímenes de lesa humanidad porque el Tribunal Supremo declaró inconstitucionales todas las leyes que impedían condenar a los represores. Fue de esta manera que Videla recibió dos sentencias a 50 años de prisión. En los últimos años, el exdictador rompió su silencio y salió a defender su actuación y la de las Fuerzas Armadas. Despojado de su tono confesional, llegó a pedir a los militares que se rebelasen contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.